Jamás volveréis por ese camino

La norma que nos da nuestra parashá: ‘Nunca deben volver otra vez por este camino’ (Devarim 17:16) está referida a los límites de los caprichos del monarca pero, se puede extender sin dificultad a todos nosotros. Se trata de liberarse de viejas y cómodas tradiciones, que si bien fueron suprimidas normativamente, quedan grabadas en el sub-consciente colectivo y a las que recurrimos porque son más fáciles que tomar una decisión cuyo fruto puede ser incierto. Debemos retener nuestra libertad, nuestro juicio y nuestro sentido de responsabilidad por lo que hacemos y poder ver críticamente aquellas actitudes que no son positivas. Con demasiada frecuencia, estamos tentados a elegir algo desagradable simplemente porque es tradicional, aceptado y convencional y porque más fácil que tomar una decisión. No tenemos fuerza para detectar ese mal y menos de cuestionarlo y tratar de cambiarlo. Es más fácil volver a andar por un camino pedregoso y accidentado por ser conocido y porque no nos atrevemos a explorar otros mejores. Los expertos en toma de decisiones en nuestro tiempo nos aportan decenas de ejemplos en los que cuales optamos sin siquiera percibirlo por modelos fáciles que no nos hacen bien. La frase “mejor es malo conocido que bueno por conocer” es un refrán que aplaude al miedo, e invita a quedarnos en el «área de confort» aunque sea malo, que salir de él y conocer nuevos mundos que pueden ser maravillosos para nosotros. Si repetimos conductas, estamos enfrentando dolor, aburrimiento, una vida menos que satisfactoria, conocidas y que producen aburrimiento, pero no tenemos fuerza para salir de allí. Aceptamos una vida reducida por su familiaridad. Sobrevivimos a la antigua usanza, ¿por qué arriesgar todo? Y aparece nuestra parashá con una orden perentoria “no volver otra vez por este camino” ni emprender actitudes que nos hagan rememorarlo. Ello es válido particularmente en el terreno de la educación familiar y comunitaria.

Ante una observación que le hiciera hace muchos años a una excelente educadora acerca de la existencia de nuevas técnicas para enseñar lo que había observado en su clase, su respuesta no se hizo esperar: “para qué cambiar si los alumnos al final aprenden lo que deseo”, sin darse cuenta que en su respuesta estaba la más terrible crítica a lo que hacía.

El desconocimiento de los textos bíblicos y rabínicos, y de la dinámica de la Halajá, hace que muchas comunidades carentes de líderes preparados y valientes, repitan modelos que ya demostraron su fracaso en ellos mismos, pero, temen aprender todo lo que contradiga sus convicciones, por miedo y por obsesión que hasta parece patológica. En las últimas décadas, en las sociedades industriales, se ha venido observando el incremento de un conjunto de patologías que, si bien se han visto siempre en las sociedades humanas, ahora nos deslumbran por los rasgos destructivos que las caracterizan.

Estas patologías han adquirido un carácter epidémico y son reconocidas por su extraordinaria variedad y gravedad. Así mismo, muy a menudo comportan un alto grado de implicación orgánica y, finalmente, son temidas por las repercusiones que producen en el entorno familiar y social de las personas que las sufren. Suele ser habitual en las personas que sufren alguno de estos padecimientos, que la reducción o anulación de uno de ellos comporte la expansión inmediata de cualquier otro, sin solución de continuidad.

No es este el lugar para hablar de patologías, que no pueden ser entendidas aisladas de las diferentes estructuras psíquicas sobre la que se alojan (neurosis, psicosis, perversión), de las cuales son una manifestación más, y que nos confrontan a unos aspectos que merecen ser examinados con atención, pero sí a la compulsión a la repetición. Por supuesto, las personas seguirían cometiendo los mismos errores, al igual que con frecuencia se quejarían de la mala crianza que sufrieron y luego adoptarían el mismo comportamiento, convirtiéndose en sus propios padres. A veces, las personas pueden excusar sus elecciones imprudentes, diciendo que estaban respondiendo a eventos que precedieron a su transformación en agentes morales.

Pero ¡La Torá dice que no! Dios te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud por lo que no puedes culpar a tu antigua esclavitud por tus acciones actuales. A cambio de su libertad, ahora es un agente moral responsable: “No debes volver por ese camino otra vez”. En él encontrarás casualmente el origen de tu esclavitud espiritual.

La Torá debe ser vista como la historia de nuestra libertad. La libertad no comenzó para nosotros con el Éxodo, sino con la aceptación de la responsabilidad de nuestras acciones ya con los errores de Adam y Javá.

Y no estamos sin herramientas. Tenemos nuestra historia, y con esa historia tenemos nuestras formas de interpretarla. No destruimos lo que vino antes, pero tampoco lo llevamos innecesariamente; podemos tomar lo que es de valor y construir sobre él. Nuestra tradición, de hecho, nos anima a medida que avanzamos leyendo nuevos significados y prácticas en las leyes que se les dieron a nuestros antepasados.

“No debes volver por ese camino otra vez” se puede leer coloquialmente como “No vivas con repeticiones”. El mundo es nuevo y fresco, y está abierto a nuestras esperanzas, energía y compromiso. La libertad es aterradora: se siente mucho más seguro volver a las formas menos que satisfactorias, pero familiares, pero también es estimulante. El futuro no será como el pasado. Moshé dijo las palabras: “No debes volver por ese camino otra vez”; y las mismas siguen resonaron en los corazones y mentes. La existencia de un Estado Judío es un llamado de atención a quienes santifican la golá física y la espiritual pensando que todo tiempo pasado fue mejor. El tiempo mejor es el que debemos aspirar para elevar nuestro espíritu y unirnos fuertemente a nuestra fe en el Creador.

Cada persona tiene además de la normativa común, un camino propio, que descubrirá explorándolo, sin regresar al espacio detrás del mar de la Cañas, la esclavitud de Mitzraim.

Yerahmiel

Compartir
Publicado por
Yerahmiel

Entradas recientes

Aprendiendo qué es privacía

La Torá en Parashat Bemidbar habla del censo que Dios le ordenó a Moshé realizar…

5 meses hace

La espada y el libro

Parashat Bemidbar La guerra que fuimos obligados llevar a cabo para defender nuestra población atacada…

5 meses hace

¿Y por qué fue dada la Torá en el contexto del agua, el fuego y el desierto?

 ".A. habló a Moisés en el desierto del Sinaí, en la Tienda del Encuentro, el…

5 meses hace

La Fortaleza de Rabí Akiva

‼Ya está disponible en versión digital.✅ Adquiérelo en un instantehttps://a.co/d/9rCMABI https://read.amazon.com/kp/embed?asin=B0DM6QZGR6&preview=newtab&linkCode=kpe&ref_=kip_embed_taf_preview_HER51P1YQ3KQR0KZ5P2T

11 meses hace

BUSCANDO EL SENTIDO DEL CÁNTICO DE MOSHÉ

Cuando leemos la larga invocación de Moshé al pueblo de Israel de Haazinu en nuestros…

1 año hace

QUE EN ESTE DÍA DEL JUICIO SE ACABEN LAS MALDICIONES

ARTÍCULO SOBRE EL NUEVO AÑO (PUBLICADO EN LA EDICIÓN DE ROSH HASHANÁ DE COMUNIDADES PLUS)…

1 año hace