Leemos la descripción Moshé de las bendiciones que Dios promete otorgar a Am Israel si cumplen con sus mandamientos. Moshé presenta esta descripción proclamando que si la gente obedece las leyes de la Torá, entonces “Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de .A. tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.” (28: 2). Varios comentaristas abordaron la cuestión de cómo explicar la palabra “vehisiguja” (“y te alcanzará”) en este versículo, lo que implica que estas bendiciones deben “perseguir” a la nación como si la gente buscara evitarles. Sforno explica que Dios promete que las personas recibirán las bendiciones descritas en esta sección sin siquiera tratar de obtenerlas. Si la nación se compromete fielmente con el estudio y la observancia de la Torá, disfrutará de la prosperidad incluso sin hacer un esfuerzo para lograrla. Esto, sugiere Sforno, es el significado de “vehisiguja”: que las bendiciones llegarán a las personas a pesar de que no hagan ningún esfuerzo por recibirlas. En una línea similar, Shimshón Raphael Hirsch explica que este término se refiere a la observación de Benei Israel de los mandamientos de Dios por un sincero deseo de servirle, y no como un medio de obtener prosperidad material. Rav Hirsch escribe: “Las bendiciones de la prosperidad y la prosperidad vienen por sí mismas, vienen a ti sin que las hayas buscado, te alcanzan, no las alcanzas, no forman la meta a la que apuntaban tus acciones y abstenerse de hacer. Y solo porque eso no era lo que buscabas, porque todo lo que querías hacer y lograr era cumplir la Voluntad de tu Dios en la tierra, no tenías otro objetivo a la vista que cumplir con tu deber hacia Dios, las bendiciones de Dios persiguen usted para ayudar y promover sus esfuerzos que no son más que cumplir los propósitos de Dios en la tierra”. El término “vehisiguja”, según Rav Hirsch, da la razón por la cual Benei Israel será digno de estas bendiciones, porque no hicieron de la riqueza material y la comodidad su objetivo final, ya que su único objetivo era vivir en el servicio dedicado de Dios. Rav Moshe Jaim Efraím de Sidlikov, en Deguel Majané Efraím, ofrece una interpretación perspicaz de la palabra “vehisiguja”. Explica que, en ocasiones, “huimos” de las bendiciones, porque no las reconocemos como bendiciones. Ocasionalmente sucede que se nos presentan oportunidades preciosas, pero las ignoramos o incluso las rechazamos, ya que las vemos erróneamente como amenazas en lugar de oportunidades. Muchas de las posibilidades que tenemos ante nosotros se nos presentan como maldiciones, en lugar de bendiciones, por lo que nos alejamos de ellas con miedo o desinterés, y no aprovechamos estas oportunidades. La bendición final, enseña el Rebe de Sidlikov, es cuando recibimos incluso las bendiciones que al principio no reconocemos como bendiciones, que “nos alcanzan” y nos alcanzan a pesar de nuestros temores equivocados y el rechazo de estas bendiciones.