La Torá en Parashat Ajarey-Mot presenta la mitzvá de kisui ha-dam, que requiere cubrir la sangre de animales no domesticados y aves que son sacrificadas (Vayikrá 17:13). Esta obligación no se aplica a los animales domesticados; después de sacrificar una oveja o una vaca, no es necesario cubrir la sangre del animal.

En el nivel del significado claro del texto, este mandamiento debe verse en el contexto de la sección anterior, donde Dios prohíbe a los hijos de Israel matar animales domesticados en el desierto, excepto para las ofrendas.

Si bien el significado preciso de esta prohibición está sujeto a debate entre los Tanaítas (Julin 16b-17a), la lectura directa del texto, como lo señala el Ramban (17: 2-3), sigue la opinión de que durante los años de viajar en el desierto, se le permitió a los hijos de Israel matar animales domesticados solo si se ofrecían como ofrenda. Esto significa que si alguien deseara comer la carne de un animal domesticado, tendría que consagrar un animal como una ofrenda de shelamim, y llevarlo al Mishcán, donde ciertas porciones del animal se colocarían sobre el altar y otras se entregarían al Cohen.

Entonces se le permitiría al dueño comer el resto de la carne del animal.

Una vez que los hijos de Israel ingresaron en la Tierra de Israel, donde no era factible traer un sacrificio cada vez que uno deseaba comer la carne de un animal domesticado, se le permitió hacerlo sin ofrecer un sacrificio.

Esta regla se aplicaba solo a los animales domesticados por la sencilla razón de que solo los animales domesticados podían traerse como sacrificios. Dios quiso que los hijos de Israel durante este período comieran animales que son adecuados para sacrificios solo como ofrendas. A los animales y aves no domesticados, que no se ofrecen como oblaciones, se les permite comer de una manera ordinaria. (Algunas aves son elegibles como las ofrendas de ola y jatat, pero ninguna es elegible como shelamim, y por lo tanto, nadie que traiga una ofrenda de aves podrá participar en la ingesta de la carne de las aves).

En consecuencia, Dios aquí presenta las instrucciones concernientes a todas las formas de consumo de carne en el desierto, estableciendo dos pautas básicas: 1) el sacrificio de animales domesticados está prohibido fuera del marco de los sacrificios; 2) se permite el sacrificio de animales y aves no domesticados fuera del Mishcán, siempre que la sangre quede cubierta por la tierra.

La explicación de este requisito para cubrir la sangre probablemente se relaciona con la razón dada por la cual se prohibió el sacrificio de animales domesticados.

Dios le dice a Moshé que este mandato se emite para que los hijos de Israel solo hagan ofrendas en el Mishcán, “Así es que ellos ya no deben sacrificar sus sacrificios a los demonios de forma de cabra con los cuales están teniendo ayuntamiento inmoral. Esto servirá a ustedes de estatuto hasta tiempo indefinido, durante todas sus generaciones” (Vayikrá 17: 7).

Como explica Ibn Ezra, parece que los hijos de Israel se habían acostumbrado en Egipto a ofrecer sacrificios a los espíritus del desierto. Prohibir el sacrificio de animales elegibles para la ofrenda fuera del área del Mishcán era una salvaguardia contra el culto pagano.  

Esta misma preocupación probablemente subyace en el requisito de kisui ha-dam. Como las aves y los animales no domesticados no se ofrecían comúnmente como oblaciones, no había el mismo nivel de preocupación con respecto al sacrificio de estos animales que con el de animales domesticados.

Sin embargo, Dios le ordenó a los hijos de Israel que cubrieran la sangre para asegurarse de que la sangre no pudiera usarse en ningún tipo de rito religioso. Aunque se permitió el sacrificio de estos animales y aves, todavía era necesario protegerse contra el culto pagano al exigir que la sangre fuera cubierta por la tierra para que no pudiera usarse con ningún propósito ajeno. De este modo, Dios procuró que los hijos de Israel se alejaran de la idolatría prohibiendo el sacrificio de animales domesticados a menos que fueran traídos como sacrificio para Él, y exigiendo que la sangre de otras criaturas fuera cubierta después del sacrificio.

Intentaba educar a los judíos a que desprecien todo derramamiento de sangre que tanto aman otras culturas.

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