La Guemará, en Sanedrín 4 y en otros varios lugares más, discute los conceptos “Yesh Em Lamikrá” y “Yesh Em Lamasoret“, cuando algunas palabras en la Torá, basadas en la “tradición” autorizada, se leen de manera diferente a como aparecen escritas. 

Nuestra lectura de los textos sagrados se basa en la tradición para la vocalización, la musicalización y la puntuación ortográficas y en algunos casos en la manera de escribir las letras, o dividir un versículo en la mitad, dejando a cada parte de la frase del otro lado del parágrafo.

Como la división de los textos en capítulos no nació en el judaísmo pese a que fue aceptada por las versiones impresas, debemos acostumbrarnos a ver fragmentos abiertos marcados con la letra fei y otros cerrados señalados con la letra samej.

Según la tradición, la palabra Shalom en Bemidbar 25:12 debe ser escrita en el pergamino que usamos para la lectura de la Torá, con la letra Vav partida. La palabra shalom, además de “paz, buenas relaciones, placidez”, significa “arreglo, enmienda” y también “completo, íntegro”. La Vav rota de la palabra en este contexto, parece querer indicarnos que el “pacto de paz” cuando está asociado con el fanatismo y el derramamiento de sangre es incompleto. No garantiza una verdadera paz que esté acompañada por placidez.  

Otra indicación ortográfica de nuestra parashá, apareció en el comienzo de Bemidbar 25: “Israel se estableció en Shitim. Y el pueblo se puso a relacionarse carnalmente con las hijas de Moav. Estas invitaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses, y el pueblo comió y se postró ante sus dioses. Israel se adhirió así al Baal de Peor”. Los israelitas habían intimado con las moabitas. Esta soltura de los límites entristeció obviamente a Moshé y enfureció a Dios. La consecuencia fue una plaga de gran fuerza destructiva. A pesar de la plaga y la obvia falta de aprobación de Moshé y Dios, un líder llamado Zimri hace alarde de su aventura con Cozbi, una princesa moabita. Pinjás, a su vez, responde asesinando brutalmente a Zimri y Cozbi. Y, la plaga se acaba.

En Bemidbar 25:12, como recompensa, Dios le otorga a Pinjás, “Mi pacto de paz”. En hebreo, la frase “Mi pacto de paz”, et-berití shalom, es una forma gramática inusual conocida como construcción rota, que probablemente sea elíptica para dar a entender: “Mi pacto con / de paz” o “Mi pacto, un pacto de paz”. Es cierto que la parte faltante o “silenciosa” de la recompensa es sutil. Sin embargo, el “silencio” puede y debe interpretarse, como una especie de protesta contra este tipo de violencia. Sin embargo, es comprensible que la voz de protesta se vea apagada por la aparente aprobación del acto.

La segunda marca ortográfica de “silencio” es menos sutil y más fuerte, por así decirlo. El último verso de este capítulo sangriento y violento (Bemidbar 25:19) “Y fue después de la plaga,” se corta la oración con una piska be-emtza, una señal de detención en la mitad de una frase que sucede muy raramente a lo largo de las escrituras y que obliga a encontrar una respuesta, y continúa: “.A. habló a Moshé y a Eleazar, hijo del sacerdote Aharón, y les dijo:”   Así se indica el final del recuento de la violencia que precede al inicio de otro censo…

Proverbialmente, se ha interpretado: o que el censo está en preparación para una guerra con los madianitas (que encontramos en unos pocos capítulos), o la plaga anterior acabó con el resto de la generación destinada a morir en el desierto.

Pero, también esa interrupción permite sugerir que la pausa está allí para indicarnos que hagamos un rápido y breve silencio que puede indicar tanto profundo dolor como una queja muy fuerte.

Los sabios de la Masoret, que determinaron las vocales y los signos de puntuación de palabras y textos nos ayudaron a leer y comprender correctamente lo que el texto significa. Si sintieron la obligación de incluir en esta sidrá esos “apuntes”, significa que nos invitan a pensar cuidadosamente el texto para descubrir en él, sentimientos, emociones, turbaciones y significados, que no se pueden poner en palabras.

Esta es una de las bellezas de estudiar la Torá en su idioma original, dado que estos matices son intraducibles.

Amar al otro a pesar de sus fracasos

La Torá en Parashat Pinjás habla del censo de Benei Israel que Moshé llevó al final de la estadía de la nación en el desierto. Al presentar los resultados de este censo, la Torá enumera a las principales familias de cada tribu, señalando cómo el nombre del patriarca de cada familia se convirtió en el nombre de esa familia. Por ejemplo, en referencia a la primera tribu, Reuvén, la Torá escribe: “Los hijos de Reuvén: Janoj – la familia Janoji; para Palu – la familia Palui; para Jetzron – la familia Jetzroni” (26: 5-6). Este patrón continúa a lo largo de todo el censo.

            Rashí (26: 5) cita una explicación del Midrash de estos nombres de Shir Hashirim Raba (4:12), que observa que los nombres de las familias tenían el prefijo de la letra hei y el sufijo de la letra yod, como en “Hajanoji” y “Hapalui”. Simbólicamente, el Midrash comenta que esto representa la asociación del Nombre de Dios, que está formado por estas dos letras, con los nombres de las familias israelitas.

Esto se hizo en respuesta a la afirmación cínica hecha por las otras naciones de la época en que las mujeres de Benei Israel fueron profanadas por los egipcios durante el período de esclavitud, y así las generaciones más jóvenes no son los hijos biológicos de sus presuntos padres. Al tener su nombre asociado con cada familia principal entre Benei Israel, explica el Midrash, Dios confirmó que estas familias eran, de hecho, puras, y que cada persona era hijo del hombre que se suponía que era su padre.

            Varios comentaristas abordaron la cuestión de por qué surgió esta preocupación solo ahora, casi cuarenta años después del Éxodo. Un censo anterior había sido realizado treinta y nueve años antes, solo un año después del éxodo, y en ese censo (Bemidbar 1) no encontramos a las familias que son nombradas de esta manera. ¿Por qué solo en este último censo fue necesario que Dios confirmara el estatus legítimo de todos los hijos de Benei Israel nacido en Egipto?

            Una respuesta, tal vez, se relaciona con el hecho de que este censo se realizó inmediatamente después de la tragedia de Baal Peor, cuando Dios castigó a Benei Israel por su participación en la nación de Moav, entablando relaciones sexuales ilícitas y adorando al dios moabita. De hecho, Rashí anteriormente (26: 1) cita a Midrash Tanjumá como una explicación de que este censo se realizó para contar el número de personas que quedaron después de la plaga que Dios trajo a la nación como retribución por el pecado de Baal Peor. Podríamos sugerir que después de este aplastante fracaso, después de haber caído en las profundidades de la inmoralidad sexual y la adoración pagana, Benei Israel se sintió inseguro y vulnerable. Comenzaron a cuestionar su estatus singular, y comenzaron a preguntarse si tal vez los escépticos del mundo tenían razón, y que no había nada especial acerca de Am Israel. Si pudieran declinar tan bruscamente y cometer los delitos más graves, entonces, temían, que las otras naciones podrían estar en lo cierto, que ellos, Benei Israel, son como cualquier otra nación. La seguridad de Dios de su estatus singular era necesaria específicamente ahora, a raíz de uno de los mayores fracasos religiosos de los hijos de Israel, que puede haber generado serias dudas en sus mentes sobre si son, de hecho, la nación especial de Dios elegida para representarlo en el mundo. . (Kli Yakar da una explicación similar).

            Si es así, entonces el Midrash aquí quizás nos enseña la necesidad de apoyar y alentar a aquellos que han tropezado. La guemará en Baba Metzia (58b) establece que el recordar a un pecador penitente sus faltas pasadas, se viola la prohibición de la Torá de onaat devarim (opresión verbal). De los comentarios del Midrash sobre el censo en Parashat Pinjás, podemos agregar que más allá de la estricta prohibición de despreciar a los pecadores penitentes por sus errores pasados, también se nos insta a hacer todo lo contrario: ofrecerles aliento y aumentar su autoestima para que crean en sí mismos y confíen que son amados, que son hijos sagrados del Todopoderoso a pesar de los graves errores que han cometido. Así como Dios trató de tranquilizar a Benei Israel de su preciado estatus después del trágico fracaso de Baal Peor, también debemos relacionarnos con aquellos que se han equivocado como nuestros queridos hermanos a pesar de sus fracasos pasados.


 

3 Comments

  • Grace nehmad, 16 julio, 2019 @ 9:57 pm Reply

    אפשר להמשיך אבל זה כל כך קשה לעשות על מה חלמנו… תודה רב שלי!

  • Grace Nehmad, 9 julio, 2020 @ 11:54 pm Reply

    Gracias mi Rav, explicas muy buen los matices del heroísmo y la violencia. Me gustó lo de las letras en el censo. El entender nuestras raíces y nuestra historia es fundamental.

  • Aliza Toker, 11 julio, 2020 @ 9:32 pm Reply

    Como siempre Rav, abres el mar del conocimiento de los textos e invitas a la reflexión con tu saber. Gracias

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