“Nadav y Avihú, hijos de Aarón, tomaron sus incensarios, pusieron en ellos incienso sobre brasas encendidas y ofrecieron ante el Señor un fuego indebido que el Señor nunca les había ordenado” (Vayikrá 10:1)

¿Por qué murieron los hijos de Aarón Hacohen? 

Desarrollaremos una selección de las opiniones de nuestros sabios que no se ponen de acuerdo si Nadav y Avihú actuaron mal o por el contrario lo que los llevó a la muerte fue su abnegación y su devoción. Los eruditos no pudieron ponerse de acuerdo sobre las razones de la tragedia porque el relato bíblico está saturado de ambigüedad. 

GRANDES LECCIONES

La pérdida de Nadav y Avihú viene a enseñarnos valiosas lecciones sobre la vida y acerca de nuestra actualidad. ¿Sus muertes fueron responsabilidad de Moshé y Aarón los líderes del pueblo? ¿Les faltó moderación, sensibilidad y conocimiento de las propias limitaciones? ¿Se produjo un corto circuito en la comunicación que es esencial para el servicio sagrado? Si quienes debían estar allí estuvieron ausentes, ¿supieron cuándo romper el silencio y volver a conectarse? ¿Qué podemos aprender de Nadav, Avihú, Aarón, Moshé y de Dios? En el Tanaj nos encontramos en más de un lugar con la tensión entre la conciencia de los peligros mortales del anhelo de lo Divino, así como su atracción

ASPIRACIÓN DE LLEGAR A LA SANTIDAD 

El Salmista anhela vislumbrar el rostro de Dios sin reservas (Sal. 27:8, entre otros) “El corazón me dice: «¡Busca su rostro!». Y yo, Señor, tu rostro busco. No escondas de mí tu rostro; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me acogerá. Guíame, Señor, por tu camino; dirígeme por la senda de rectitud, por causa de mis enemigos”. Pero el texto de Shemot advierte que contemplar el rostro divino abrumará y destruirá al buscador (Shemot 33:19-20 ) “Y el Señor le respondió: — Haré pasar delante de ti todo mi esplendor. Delante de ti proclamaré mi nombre: “El Señor”. Tendré misericordia de quien quiera y seré compasivo con quien me plazca; pero no podrás ver mi rostro, porque nadie puede verlo y quedar con vida”. 

Ambas atracciones el anhelo místico de tal visión y la prohibición de tenerla siguen oyéndose en nuestra tradición hasta nuestros días. Todavía tenemos recuerdo de visiones de pensadores llevados a la locura por su anhelo insaciable de la proximidad a Dios. Algunos pensadores jasídicos, como el rabino Menájem Mendel de Vitebsk (m. 1788), anhelaban un éxtasis místico en el que los sentidos se desvanecen y el adorador pierde toda conexión con lo terrenal y se instala totalmente en el Inefable. A su vez, el rabino Menájem Nájum Tverski de Chernóbil (m. 1787) se alejó de este pensamiento. 

Muchas de las escuelas de pensamiento incluyen una compleja mezcla de estos anhelos y compromisos diferentes, que veremos en la manera en la que entienden la historia de Nadav y Avihú. En lugar de seguir la interpretación clásica, que considera la muerte de los hijos de Aarón como un castigo por el pecado, ofrecen una lectura positiva de la muerte de Nadav y Avihú. Así, Nadav y Avihú deben entenderse como entusiastas espirituales, con un arrebato poderoso y abrumador, y no como transgresores rebeldes. Incluso los pensadores jasídicos que interpretaron su muerte como penitencia, lo hicieron a través de una lente que se ocupaba de cuestiones de devoción y espiritualidad en lugar de identificar formalmente un pecado mortal. 

Los textos de esos maestros amplifican y expresan resonancias de sus manantiales espirituales e intelectuales, que afluyen al texto y guían, la exégesis. Nadav y Avihú fueron consumidos, tal vez, como castigo divino por haber introducido en el santuario una ofrenda no solicitada. Una lectura atenta de los dos relatos dispares de la muerte de Nadav y Avihú revela una notable tensión bíblica interna. Vayikrá 10:1-2 enfatiza que Nadav y Avihú “ofrecieron una ofrenda extraña (esh zará) delante del Señor, que Él no les había mandado”. Sus muertes parecen ser un castigo por haber traído una ofrenda, aunque no está claro por qué se prohibió ese sacrificio. 

Sin embargo, Vayikrá 16:1 no menciona este error, sugiriendo que las muertes de Nadav y Avihú fueron el resultado de la proximidad a la Divinidad: “Después de la muerte de los dos hijos de Aarón, los que perecieron por acercarse indebidamente al Señor, se dirigió el Señor a Moisés”. A diferencia de la versión dada en Vayikrá 10, este último relato de la muerte de los hijos de Aarón no se refiere ni a un “fuego extraño” ni a ninguna otra transgresión. Veamos la breve mención de Nadav y Avihú en Shemot 24:9-11: “Moshé, en compañía de Aarón, Nadav, Avihú y los setenta ancianos de Israel, subió al monte, y allí vieron al Dios de Israel: bajo sus pies tenía una especie de escabel de zafiro, tan resplandeciente como el mismo cielo. Y aunque contemplaron a Dios, él no hizo perecer a aquellos privilegiados de Israel. Después comieron y bebieron. También lo que dice la Torá en Bemidbar 3:4 “Pero Nadav y Avihú murieron en el desierto de Sinaí, sin tener hijos, cuando ofrecieron fuego ilícito delante del Señor”. 

Esta breve historia, evocadora y misteriosa, suscitó un intenso debate entre los comentaristas bíblicos y ha sido motivo de reflexión hasta nuestros días. Los eruditos debatieron la transgresión por la que una muerte tan repentina sería un castigo apropiado. Las sugerencias rabínicas incluyen, entre otras muchas, que Nadav y Avihú entraron a realizar el servicio divino en estado de embriaguez. 

EL SILENCIO DE AARÓN

Aarón no responde a la muerte de sus hijos ni con lamentos ni con lágrimas. Su silencio, tal vez de la magnitud de su sufrimiento, es conmovedor y penetrante. El midrash Vayikrá Raba 12:2, citado por Rashí en Vayikrá 10:3, sugiere que Aarón fue recompensado con una visita directa a la Palabra divina a causa de su silencio. A la luz de la indescriptible tragedia de la Shoá, hay autores que señalan la historia de Nadav y Avihú como un desafiante precedente bíblico en el que personas inocentes son consumidas y donde el silencio tanto humano como divino es la única respuesta. Y en nuestros días las víctimas que cayeron hace medio año ¿no lo son?

LA CONEXIÓN Y LA PASIÓN 

Como judíos, la conexión y la pasión son valores importantes. Encontramos sentido en servir juntos. Rezamos juntos, estudiamos juntos, compartimos el pan juntos. Aprendemos y crecemos de nuestras relaciones mutuas. Como afirma el Talmud, Dios habita entre diez personas que rezan juntas, entre tres que participan en un juicio y entre dos que están sentadas estudiando (Berajot 6a ¿De dónde se deriva que los tres que se sientan en el juicio, la Presencia Divina está con ellos? Se deriva de este mismo versículo, como se afirma: “En medio de los jueces Él juzga”, y el número mínimo de jueces que compone un tribunal es tres. ¿De dónde se deriva que dos que se sientan y se dedican al estudio de la Torá, la Presencia Divina está con ellos? Como se afirma: “Entonces los que temían al Señor hablaron el uno con el otro, y el Señor escuchó y oyó, y se escribió delante de Él un libro de memoria para los que temen al Señor y piensan en Su nombre” (Malaquías 3:16). 

La Presencia Divina escucha a dos individuos temerosos de Dios que hablan entre sí. Con respecto a este versículo, la guemará pregunta: ¿Cuál es el significado de la frase “Y que piensan en Su nombre”? Rav Ashi dijo: Si una persona tenía la intención de cumplir una mitzvá, pero debido a circunstancias fuera de su control, no la cumplió, el versículo le atribuye crédito como si hubiera cumplido la mitzvá, ya que se encuentra entre los que piensan en Su nombre. La Guemará vuelve a la afirmación de Ravin bar Rav Ada: ¿Y de dónde se deriva que incluso cuando uno se sienta y se dedica al estudio de la Torá, la Presencia Divina está con él? Como está declarado: “En todo lugar donde Yo haga mencionar Mi Nombre, vendré a ti y te bendeciré” (Shemot 20:21); Dios bendice incluso a una sola persona que menciona el nombre de Dios, una referencia al estudio de la Torá… Ravin bar Rav Ada nos enseña que sentarse a juzgar también es Torá. La Guemará pregunta: Puesto que la Presencia Divina se posa incluso sobre tres, ¿es necesario mencionar a diez? La Guemará responde: La Presencia Divina llega ante un grupo de diez, como dice el versículo: “Dios está en la congregación de Dios”, indica que cuando llegan los diez individuos que componen una congregación, la Presencia Divina ya está allí”…). 

Ese pasaje continúa enseñando que Dios habita incluso con uno, pero el valor operativo del texto es la comunidad: una comunidad que quiere estar junta”. Filón en “De fuga et invention” (Sobre la fuga y el hallazgo 1:59) dice que así, los cohanim, Nadav y Avihú, mueren para poder vivir; tomando una existencia inmortal a cambio de esta vida mortal, y partiendo de la criatura hacia el Dios increado. Y es con referencia a este hecho que se celebran así los símbolos de la incorruptibilidad: “Entonces murieron ante el Señor;” [Vayikrá 10: 2] es decir, vivieron; porque no es lícito que ninguna persona muerta entre a la vista del Señor. Y, además, esto es lo que el Señor mismo ha dicho: “Seré santificado en los que se acercan a mí” [Vayikrá 10:3] “Pero los muertos”, como también se dice en los Salmos, “no alabarán al Señor” [Salmo 113:25]. 

Nadav se traduce como “voluntario” y benevolente, es decir, el hombre que honra a la Deidad sin compulsión; y la interpretación del nombre Avihú es “él es mi padre”. Este hombre es uno que no tiene necesidad de un amo a causa de su insensatez, más que de un padre a causa de su sabiduría. 

En ese mismo espíritu encontramos en Sifra, Shemini, Mejilta De Miluim II 20 (comentando Vayikrá 9:24): “Y un fuego salió de delante del Señor”: Cuando vieron un fuego nuevo que descendía de lo alto y absorbía sobre el altar el holocausto y las grasas, abrieron la boca para cantar. Y de ese momento está escrito (Tehilim 33:1): “Regocíjense, justos, en el Señor; es buena para los honrados la alabanza”. A su vez, el Sifra, Shemini, Mejilta De Miluim II 36 acerca de Vayikrá 10:3: “Y Moshé dijo a Aarón: Esto es lo que habló el Señor, diciendo: Con mis allegados seré santificado, y ante todo el pueblo seré sacrificado. Y Aarón guardó su paz”. Esto (en esencia) le fue dicho a Moshé en el Sinaí, y él no lo supo (es decir, su intención) hasta que lo que hablaba (las muertes de Nadav y Avihú) se materializó ante él. Y cuando sucedió, Moshé dijo a Aarón: Aarón, hermano mío, tus hijos murieron sólo para santificar el Nombre del Santo Bendito Sea, como está escrito (Shemot 29:43): “Y Yo seré designado allí (en la tienda de reunión), y será santificada con Mi gloria” (la muerte de los hijos de Aarón allí, intensificando su admiración a los ojos del pueblo). 

Cuando Aarón vio cuán exaltados eran sus hijos a los ojos del Señor, mantuvo su paz y fue recompensado por hacerlo, (al dirigirse el Señor a él exclusivamente la sección siguiente [a saber, Shemot 10:8-11]). De aquí se derivó: Todos los que aceptan (los decretos de Dios) sobre sí mismos y permanecen en silencio es un signo auspicioso para ellos. Como expresó David (Tehilim 37:7): “Descansa en el Señor y pon en él tu esperanza; no envidies a quien prospera, a quien no para de tramar intrigas. No te enfurezcas, no te enojes, no te exasperes que harás mal.Pues los malvados serán aniquilados; heredarán, en cambio, la tierra los que confían en el Señor.”  Y, como expresó Shlomó (Qohelet 3:7): “Un tiempo para callar y un tiempo para hablar”. Hay tiempos para todas (las cosas). Hay momentos en que un hombre permanece en silencio, y hay momentos en que un hombre habla. Así nos enseña Rashí sobre Vayikrá 10:3 “Esto es lo que habla el Señor”, etc. – ¿Dónde había dicho esto? En la declaración (Shemot 29:43), “Y allí seré recibido por los hijos de Israel y (el Tabernáculo) será santificado por Mi gloria (בכבודי).” No se lee aquí בִכְבוֹדִי, “por Mi Gloria”, sino בִּמְכֻבָּדַי, “a través de Mis honrados” (Zevajim 115b). Moshé dijo aquí a Aarón: “¡Hermano mío, Aarón! Yo sabía que esta Casa iba a ser santificada por aquellos que son amados del Dios Omnipresente y pensé que sería a través de mí o a través de ti; ¡ahora veo que éstos (tus hijos que han muerto) son más grandes que yo y que tú!” (Vayikrá Rabá 12 2). 

MURIERON PORQUE MANEJARON MAL EL INCIENSO 

Por otro lado, la guemará en Yoma 53a: dice que se enseñó en una beraita que Rabí Eliezer dice: “Habla a Aarón tu hermano para que no entre en ningún momento en el lugar sagrado dentro de la cortina, delante de la cubierta del Arca que está sobre el Arca; para que no muera” (Vayikrá 16:2). Este versículo enseña el castigo por la omisión del sahumerio de las especias del incienso

Con respecto al versículo: “Porque apareceré en una nube sobre la cubierta del Arca” (Vayikrá 16:2); es la advertencia de que está prohibido omitir el sahumador, que hace que se eleve la nube. Podría pensarse que ambos versículos se dijeron antes de la muerte de los hijos de Aarón, que murieron al entrar en el lugar sagrado. Por lo tanto, el versículo dice: “Después de la muerte de los dos hijos de Aarón” (Vayikrá 16:1). 

Se podría haber pensado que ambos, el castigo y la advertencia, se dijeron después de la muerte de los dos hijos de Aarón. Por eso, el versículo dice: “Porque apareceré en una nube sobre la cubierta del Arca”. ¿Cómo es eso; cómo deben entenderse estos versículos? La advertencia fue dicha antes de la muerte de los hijos de Aarón, y el castigo asociado a ella fue declarado después de la muerte de sus hijos. A su vez, el Zohar:  Edición Pritzker 3:33b Daniel Matt   en 193-4, dice: “Venid y veréis:  Aunque los hijos de Aarón murieron en ese momento, era apropiado de varias maneras.  

En primer lugar, no era el momento para el incienso, pues el incienso asciende sólo en ciertos momentos, como está escrito:  Aarón quemará sobre él incienso aromático mañana tras mañana; cuando encienda las lámparas, lo quemará (Shemot 30:7) –para que el aceite y el incienso sean como uno–y está escrito ‘Y cuando Aarón encienda las lámparas al crepúsculo, lo quemará’…. (ibíd., 8). “En estos momentos se ofrece, no en ningún otro–excepto cuando la plaga prevalece en el mundo–, como sucedió cuando está escrito Moshé dijo a Aarón, ‘Toma el incensario…[y pon incienso…] porque la furia ha salido de delante del Señor (Bemidbar 17:11).  

Los hijos de Aarón no lo ofrecieron cuando el aceite y el incienso son como uno solo. Además, forzaron la hora en vida de su padre.  Además, no estaban casados y eran defectuosos, pues el que no está casado es defectuoso y no es digno de transmitir bendiciones. Sobre él no se asientan, seguramente no por él sobre otros.  Además, hemos aprendido que estaban intoxicados con vino. Por eso salió fuego de delante del Señor y los consumió (Vayikrá 10:2), pues el incienso es lo más amado de todo, delicia de los de arriba y de los de abajo, y está escrito “el aceite y el incienso alegran el corazón (Mishlé 27:9). 

MURIERON PORQUE INTRODUJERON LA CLASE EQUIVOCADA DE FUEGO EN EL LUGAR SANTÍSIMO

Sifra, Shemini, Mejilta De Miluim II 22 nos brinda una opinión diferente: Cuando los hijos de Aarón vieron que todas las ofrendas habían sido elevadas y todos los servicios realizados y que la Shejiná no había descendido para Israel, Nadav dijo a Avihú: ¿Acaso existe algo como cocinar una comida sin fuego? – con lo cual tomaron un fuego fuerte y entraron en el Lugar Santísimo, como está escrito (Tehilim 33:24): “Y los hijos de Aarón tomaron, cada uno su brasero, y pusieron el fuego en él” – ante lo cual el Santo Bendito Sea les dijo: Os honraré más de lo que Me habéis honrado. Habéis traído ante Mí un fuego impuro; Yo os quemaré con un fuego puro. 

A su vez, Sifra, Shemini, Mejilta De Miluim II 32 comentando Vayikrá 10:1: “Y los hijos de Aarón, Nadav y Avihú, tomaron cada uno su carbonera, y pusieron en ella fuego, y pusieron en ella incienso; y ofrecieron delante del Señor un fuego extraño, que Él no les había mandado”: “Y los hijos de Aarón tomaron”: También ellos, en su alegría, al ver el fuego nuevo, añadieron “amor al amor”. “Y tomaron”: “tomar” no es otra cosa que alegría. “los hijos de Aarón”: ¿Cuál es la intención de esto? (es decir, ¿No sabemos que eran los hijos de Aarón?) (La intención es que) no concedieron honor a Aarón, (como deberían haberlo hecho, consultándole). (Nadav y Avihú no consultaron a Moshé.) “cada uno su carbonera”: cada uno (tomó) por su cuenta, sin consultarse. “y ofrecieron delante del Señor un fuego extraño, que Él no les había mandado”: R. Yshmael dice: Podría pensarse “un fuego extraño”, literalmente; por eso se escribe “que Él no les había mandado”. Lo introdujeron sin consultar. R. Akiva dice: Lo introdujeron de la estufa (común), siendo ésta la intención de “y trajeron ante el Señor un fuego extraño (común)”. ¿Por qué, entonces, está escrito “que él no les había ordenado”? 

La intención es que no habían consultado a Moshé, su maestro, (“él”, refiriéndose a Moshé.) R. Eliezer dice: Eran responsables sólo por “haber enseñado una halajá en presencia de su maestro”; y todos los que enseñan una halajá en presencia de su maestro están expuestos a la muerte (a manos del Cielo). Rashbam sobre Vayikrá 10:1 ויקחו בני אהרן נדב ואביהוא, antes de que el fuego hubiera emanado del Santo de los Santos tomaron cada uno su sartén planeando ofrecer incienso sobre el altar de oro, dado que esta ofrenda precede (en cuanto al tiempo) a la eliminación de las sobras no totalmente quemadas de la carne del sacrificio del día anterior. Colocaron fuego “ajeno” en estas ollas, algo que Moshé no había ordenado hacer en este día. 

Aunque en los días ordinarios estaba en vigor la regla de “los hijos de Aarón pondrán en estas ollas fuego sobre el altar” (Vayikrá 1:7), esta regla no se aplicaba al día de la inauguración, y Moshé no había querido que se introdujera en el Tabernáculo ningún fuego hecho por el hombre. Esto se debía a que él esperaba que el fuego celestial se manifestara, de modo que la adición de fuego hecho por el hombre habría arruinado por completo el impacto del milagro

En este día el nombre de Dios sería glorificado por todo el pueblo que se daría cuenta de la aprobación Divina de sus ofrendas, por Dios aceptando lo mismo por medio del fuego celestial Encontramos un paralelo a esto en Reyes I 18,25 cuando el profeta Eliahu en el Monte Carmelo ordenó a los sacerdotes no poner ningún fuego en el altar, cuando dijo entonces a los profetas de Baal: — Elijan un novillo y prepárenlo ustedes primero, ya que son más numerosos. Luego invoquen a su dios, pero sin prenderle fuego.

MURIERON PORQUE NO TUVIERON HIJOS 

Yevamot 64a: nos enseña que Aba Janan dijo en nombre de Rabí Eliezer: Un hombre que no se dedica a la procreación está expuesto a la muerte, como se afirma con respecto a los hijos de Aarón: “Y Nadav y Avihú murieron… y no tuvieron hijos” (Bemidbar 3:4). Esto indica que si hubieran tenido hijos no habrían muerto. Otros dicen: Él hace que la Presencia Divina se aleje del pueblo judío, como se afirma: “Para ser un Dios para ti y para tu descendencia después de ti” (Bereshit 17:7). Cuando tu descendencia es después de ti, es decir, cuando tienes hijos, la Presencia Divina descansa sobre el pueblo judío, pero si tu descendencia no es después de ti, ¿sobre quién puede descansar la Presencia Divina? ¿Sobre madera y piedras? 

MURIERON PORQUE NO ESTABAN CASADOS 

El Zohar:  Edición Pritzker 3:5b dice: Venid y ved:  Cuando אדם (adam), una persona, se acerca–excluyendo a quien no está casado, pues su ofrenda no es ofrenda, y las bendiciones no se manifiestan a través de él ni arriba ni abajo. Esto está implícito en lo que está escrito: Cuando adam, una persona se acerca–en oposición a éste, que no es adam y no está en la categoría de adam, y la Shejiná no se asienta sobre él porque es defectuoso, y llamado ‘manchado,’ y uno que está manchado está alejado de todo, especialmente de sacrificar una ofrenda. “Nadav y Avihú demuestran esto, como está escrito: Fuego salió de delante del Señor [y los consumió] (Vayikrá 10:2). 

Así está escrito: Cuando אדם (adam), una persona, de entre vosotros traiga una ofrenda al Señor, Adam–siendo varón y hembra; éste es digno de traer una ofrenda, éste y no otro. Y Rabí Aba dijo: “Aunque han establecido el asunto de Nadav y Avihú, ¡así es!  Pero el incienso trasciende todas las ofrendas de arriba, ya que a través de él son bendecidos los de arriba y los de abajo; ésta es una ofrenda que sobrepasa todas las ofrendas, que ellos no eran dignos de traer ya que no estaban casados.

No eran dignos de la Shejiná, y mucho menos de que entidades superiores fueran bendecidas a través de ellos. “Ahora usted podría decir, ‘Fuego salió de delante del   Señor y los consumió – ¿por qué?  Bien, esto puede compararse a un hombre que se presenta ante la matronita – Madre de la humanidad en un sentido místico – para informarle de que va a traer al rey a su casa para que se quede con ella y se regocije con ella. 

Entonces se presentó ante el rey, que vio que este hombre era físicamente defectuoso. El rey dijo: ‘Está por debajo de mi dignidad que a través de éste me presente ante la matronita’. Mientras tanto, la matronita había preparado su casa para el rey. Una vez que vio que el rey estaba a punto de acudir a ella de no ser por aquel hombre, que hizo que el rey se apartara de ella-, ordenó que mataran a aquel hombre. “Del mismo modo, cuando Nadav y Avihú entraron con incienso en sus manos, Matronita se regocijó y se preparó para saludar al rey.  Una vez que el Rey vio que eran defectuosos y manchados, no quiso permanecer con Ella a través de ellos, y se retiró de Ella. 

Cuando Matronita vio que por causa de ellos el Rey se había retirado de Ella, inmediatamente salió Fuego de delante del Señor y los consumió. “Todo esto porque no estaban casados. La santidad del rey se desvaneció de quien es defectuoso y manchado, ya que no mora en la defectuosidad.  De esto está escrito Cuando אדם (adam), una persona, de entre vosotros traiga una ofrenda al Señor –adam la traerá, pero quien no se llame adam no. 

El Zohar: Edición Pritzket 3:37b, Vol. VII en 222 dice: Hemos aprendido: Ese día fue la alegría de la Asamblea de Israel (Shejiná), para ser atado por el lazo de la fe, con todos esos lazos santos, porque el incienso une a todos como uno es así llamado קטורת  (qetoret). Vinieron y enlazaron a todos esos otros como uno solo y la dejaron fuera, sin enlazarla a Ella con ellos… y enlazaron algo más. Por eso Él advirtió después a los sacerdotes, como está escrito: בְּזֹאת  (Bezot), Con esto, entrará Aarón en el santuario (Vayikrá 16:3). De varias maneras perturbaron la alegría de la Asamblea de Israel en ese día. En primer lugar, no estaban casados y no eran dignos de traer una ofrenda ni de que los mundos fueran bendecidos por ellos. 

Además, la hora no era apropiada. Además, forzaron la hora. Además, su sentencia había sido decretada previamente. Ofrecieron fuego ajeno ante el Señor (Vayikrá 10:1)-seguramente ataron algo más con este lazo y dejaron fuera a la Asamblea de Israel. Rabí Pinjas le dijo: ‘¡No digas que la dejaron fuera! Más bien, la Asamblea de Israel no fue ligada por ellos; pues donde no se encuentran varón y hembra, la Asamblea de Israel no mora en absoluto. Por lo tanto, Él advirtió a los sacerdotes, como está escrito: בְּזֹאת  (Be-zot), Con esto entrará Aarón en el santuario (Vayikrá 16:3)–que sea varón y hembra. 

Así pues, un cohen no debe entrar en el santuario hasta que esté casado, para que la Asamblea de Israel se una a su vínculo; porque el que no está casado deja fuera a la Asamblea de Israel, y Ella no se une a él. Por eso, a causa de ellos, prevaleció la perturbación en este día. 

MURIERON PORQUE SE ACERCARON DEMASIADO O SE ACERCARON SIN PERMISO

Zevajim 115b: Rav Jisda respondió que, con respecto al primogénito, es una disputa entre tanaítas, como se enseña en una beraita: Dios dijo a Moshé en el Monte Sinaí: “Y que se santifiquen también los sacerdotes que se acercan al Señor, no sea que el Señor irrumpa sobre ellos” (Shemot 19:22). En otras palabras, debían separarse y no acercarse a la montaña. 

Este mandamiento se dio un día después de que se sacrificaran los holocaustos y las ofrendas de paz en anticipación de la revelación en el Sinaí. Con respecto a este mandamiento, Rabí Yehoshúa ben Korja dice: Este mandamiento es una referencia a la separación de los primogénitos, ya que funcionaban como sacerdotes. Rabí Yehudá Hanasí dice: Este mandamiento es una referencia a la separación de Nadav y Avihú, que eran cohanim. 

La Guemará pregunta: Concedido, según el que dice que el mandamiento para que los sacerdotes se santifiquen se refiere a la separación de Nadav y Avihú, este es el significado de lo que está escrito después de su muerte en el octavo día de la inauguración del Tabernáculo: “Entonces Moshé dijo a Aarón: Esto es lo que habló el Señor, diciendo: Por medio de ellos que están cerca de Mí seré santificado… y Aarón calló” (Vayikrá 10:3). Nadav y Avihú ya habían sido advertidos de no acercarse demasiado: “No sea que el Señor irrumpa sobre ellos”. Sifra, Ajarei Mot, Sección 1 2 “Cuando se acercaron ante el Señor y murieron”: R. Yosi Haglili dice: Murieron por acercarse (y entrar en el lugar santísimo sin permiso), y no por la ofrenda de incienso. R. Akiva dice: Murieron a causa de la ofrenda y no a causa del acercamiento. Un versículo (nuestro versículo) dice “cuando se acercaron ante el Señor y murieron”, y otro versículo dice (Vayikrá 11:1) “y ofrecieron ante el Señor un fuego extraño”. La resolución (Bemidbar 3:4) “cuando se acercaron (con) un fuego extraño ante el Señor” – Murieron a causa del acercamiento y no a causa de la ofrenda. R. Eleazar b. Azaria dice: La ofrenda es suficiente (para la muerte) por sí misma, y el acercamiento es suficiente por sí mismo.

MURIERON PORQUE LE FALTARON EL RESPETO A SU MAESTRO, MOSHÉ 

La guemará Eruvin 63a pregunta: ¿No es el discípulo susceptible de recibir la pena de muerte si emite su dictamen no en presencia del maestro? Pero no se enseñó lo contrario en una baraita: Rabí Eliezer dice: ¿Los hijos de Aarón murieron sólo porque emitieron un dictamen halájico ante Moshé, su maestro? ¿Qué expusieron en apoyo de su conclusión de que debían traer fuego al interior en lugar de esperar a que el fuego descendiera de los cielos? 

En la Torá se afirma: “Y los hijos de Aarón el sacerdote, pondrán fuego sobre el altar, y colocarán la leña en orden sobre el fuego” (Vayikrá 1:7), lo que los llevó a decir: Aunque el fuego descienda del Cielo, es sin embargo una mitzvá traer fuego ordinario. Aunque dedujeron esto de los versículos, fueron castigados por dictaminar en presencia de su maestro. Midrash Tanjuma, Ajarei Mot 6 Hay una historia sobre un discípulo que enseñaba halajá delante de su maestro. Entonces su colega le dijo a su esposa, Ima mamá Shalom: “Este hombre no vivirá todo el año”. Y en efecto, no vivió todo el año. Sus discípulos le dijeron: “Oh maestro nuestro, ¿eres profeta?”. Él les respondió (en palabras de Amós 7:14): “‘No soy profeta ni hijo de profeta’. Más bien esto me fue transmitido por mis maestros: ‘Quien enseñe halajá en presencia de su maestro está condenado a muerte'”. 

Según una baraita, un discípulo tiene prohibido enseñar halajá en presencia de su maestro hasta que esté a doce mil, es decir, a “mil” pasos. de él, [una distancia] correspondiente a la [extensión del] campamento de Israel. Esto es lo que está escrito (en Números 33:49): “Finalmente acamparon junto al Jordán, desde Bet Jesimot hasta Abel Sitín, en las estepas de Moab.”

    1. Nahum bar Jeremías estaba en [Hefer]. Le preguntaban y él enseñaba. Le decían: “Rabí, ¿no hemos aprendido así: Un alumno tiene prohibido enseñar halajá en presencia de su maestro hasta que esté a doce mil de él, [distancia] correspondiente al campamento de Israel? Y vuestro maestro, R. Mani, vive en Séforis”. Él les dijo: “Ciertamente, si hubiera sabido [de su presencia], no habría enseñado”. Desde entonces no enseñó [allí].

MURIERON PORQUE ENTRARON BORRACHOS EN LA TIENDA DE REUNIÓN

Vayikrá Rabá 12:1 Otra explicación:  Como un basilisco.  Así como un basilisco divide entre la muerte y la vida, así el vino causó una división entre Aarón y sus hijos trayendo la muerte.  Como enseñó Rabí Shimon: Los hijos de Aarón murieron sólo porque entraron en la Tienda de Reunión intoxicados con vino.  Rabí Pinjas en nombre de Rabí Levi dijo: Esto puede compararse con la historia de un rey que tenía un sirviente fiel. Cuando lo descubrió parado en la puerta de una taberna, le cortó la cabeza en silencio y nombró a otro sirviente en su lugar.  No sabemos por qué mató al primero, salvo por lo que ordenó al segundo: No entres en la puerta de una taberna. Por esto sabemos la razón por la que mató al primero.  Por eso dice la Escritura: “Un fuego salió de delante del Señor y los consumió (Vayikrá 10:2)”. 

Del mismo modo, no sabríamos por qué murieron (Nadav y Avihú) sino por Su mandato a Aarón, diciéndole: “No bebas vino ni sidra (Vayikrá 10:9)”.  Sabemos por ello que no habrían muerto de no ser por el vino. Por esta razón, la Escritura mostró cariño por Aarón dirigiendo esta divina declaración al propio Aarón: Como dice la Escritura: “No beberás vino ni sidra…. Vayikrá Rabá 12:5 Rabí Janina bar Papa dijo: El Santo Bendito dijo: Yo tenía una gran Casa y la destruí sólo a causa del vino.  Los Sabios dijeron: Dos príncipes eran míos y sólo murieron a causa del vino.  

Rabí Yshmael enseñó que los dos hijos de Aarón sólo murieron porque entraron [en la Tienda de Reunión] borrachos de vino, etc.  El Santo Bendito dijo:  En este mundo, el vino es una piedra de tropiezo, en el futuro, haré del vino una fuente de regocijo.  Como dice la Escritura: “En aquel día, las montañas gotearán vino, (Joel 4:18)”. Bemidbar Rabá 2:23 Y Nadav y Avihú murieron en presencia del Señor…(Bemidbar 3:4).  En muchos pasajes se registra la muerte de Nadav y Avihú. 

Esto enseña que la Santa Presencia se sintió afligida por ellos, porque los hijos de Aarón le eran muy queridos. Así dice la Escritura “Por medio de mis allegados seré santificado” (Vayikrá 10:3). “Cuando ofrecían fuego ajeno…. (Bemidbar 3:4)”—Dice Rabí Akiva: A causa de la ofrenda, murieron. Como dice la Escritura: “cuando ofrecían fuego ajeno…(Bemidbar 3:4) “Rabí Yosei dice: A causa de acercarse, murieron. Como dice la Escritura: “cuando se acercaban demasiado (Vayikrá 16:1)”.  

Rabí Eleazar dice:  A causa de acercarse también. El fuego extraño no procedía de la ofrenda perpetua de la tarde ni de la ofrenda perpetua de la mañana, sino del fuego común. Como dice la Escritura: “Fuego ajeno (Bemidbar 3:4). Bar Kapara en nombre de Rabí Yirmiyá bar Rabí Eleazar dice:  A causa de estos asuntos murieron los hijos de Aarón: 1.) por acercarse demasiado, 2.) por su ofrenda, 3.) por el fuego ajeno, etc., como está escrito más arriba en Vayikrá Rabá, en Parashat Ajarei Mot, hasta el pasaje que termina “Murieron muchas crías de asno y sus pieles se hicieron telas de montura sobre las espaldas de sus madres.” Vayikrá Rabá 20:8 Bar Kapara, en nombre de Rabí Yirmeyá hijo de Elazar dijo: A causa de 4 cosas murieron los hijos de Aarón: (1) por acercarse, (2) por la ofrenda, (3) por el fuego extraño y (4) por no consultarse entre sí. Por acercarse: Ya que entraron ante la Presencia, Por la ofrenda: Ya que ofrecieron un sacrificio que no se les había ordenado ofrecer. Por el fuego extraño: trajeron fuego de la cocina. Por no consultar unos con otros: Como dice la Escritura: “Cada uno con su brasero…(Vayikrá 10:1)”. 

Cada uno actuó por su cuenta y no consultó con el otro. Rabí Yirmeyá hijo de Elazar dijo: La muerte de los hijos de Aarón se menciona en cuatro lugares y en cada uno se menciona su mala acción. ¿Por qué todo esto? Para informarle que no eran culpables excepto por un solo pecado. Rabí Elazar de Modin dijo: Venid y ved hasta qué punto las muertes de los hijos de Aarón preocuparon al Santo Bendito–porque en cada lugar que la Escritura menciona su muerte, menciona su ofensa. ¿Por qué todo esto? Para que lo sepáis y no abráis la boca cuando salgáis al mundo diciendo que cometieron actos despreciables en secreto y que por eso murieron. Bemidbar Rabá 2:24 En cuatro lugares la Escritura menciona la muerte de los hijos de Aarón y menciona su ofensa. ¿Por qué todo esto? Para informarte de que no tuvieron otro pecado que éste solamente. 

Rabí Elazar dijo:  Ve y ve cuán difícil fue la muerte de los hijos de Aarón para el Santo Bendito, porque en cada lugar que la Escritura menciona su muerte, también menciona su ofensa. ¿Por qué todo esto?  Para no dar apertura a los habitantes de este mundo que pudieran decir que actos corruptos hechos en secreto fueron la causa de su muerte. “Nadav y Avihú murieron ante el Señor…(Bemidbar 3:4)”. preguntó Rabí Yojanán:  ¿Realmente murieron ante el Señor?”.  Más bien, esto enseña que fue duro para el Santo Bendito cuando los hijos de los justos parten en vida de sus padres. “Cuando ofrecieron fuego ajeno ante el Señor…(Bemidbar 3:4)”.  Rabí Yojanán de Jofa preguntó a Rabí Pinjas bar Jama, en nombre de Rabí Simón: ¿Por qué dice la Escritura “en presencia del Señor dos veces, mientras que dice “ante Aarón su padre” sólo una vez?  Esto enseña que fue dos veces más difícil para el Santo Bendito Sea que para su padre. 

MURIERON POR 4 RAZONES DIFERENTES 

Correspondiendo a 4 Castigos de Muerte Diferentes Mencionados en Conexión con los Deberes Sacerdotales en el Santuario Midrash Tanjuma, Ajarei Mot 6 Bar Kapara dijo en nombre de R. Jeremías bar Eleazar: “Los hijos de Aarón murieron a causa de cuatro cosas: Por el acercamiento, por el sacrificio, por el fuego ajeno, y por no aconsejarse unos a otros. Por acercarse, porque entraron en el santuario más íntimo. Por los sacrificios, porque ofrecieron un sacrificio que no se les había ordenado [ofrecer]. Por fuego ajeno, ya que habían traído fuego de una cocina (en vez de traerlo del altar). Y por no seguir el consejo de los demás”. R. Mani de Sha’av y R. Josué de Sijnín dijeron en nombre de R. Leví: “Los hijos de Aarón murieron a causa de cuatro cosas, y se registra [una sentencia de] muerte en relación con todas ellas. Porque entraron sin lavarse las manos y los pies, y dice (en Shemot 30:20): ‘Cuando lleguen a la tienda de reunión, se lavarán con agua para no morir’. Porque entraron sin las vestiduras [sacerdotales apropiadas], y dice (en Shemot 28:43), ‘Y estarán sobre Aarón y sus hijos cuando vengan a la tienda de reunión…'”. ¿Y qué les faltaba? R. Levi dijo: “Les faltaba una túnica, y [una sentencia de] muerte se registra en relación con [esa falta], donde se dice (en Shemot 28:35): ‘Y ella (la túnica con campanillas de oro y granadas) estará sobre Aarón para oficiar, de modo que se oiga el sonido de ella, [cuando entre en el santuario]… [para que no muera]'”. “Y porque no tenían hijos, y se registra [una sentencia de] muerte en relación con [esa falta], donde se dice (en Bemidbar 3:4): ‘Pero Nadav y Avihú murieron…; y no tenían hijos’. Porque entraron y habían bebido vino, y dice (en Vayikrá 10:9): ‘No bebas vino ni licor embriagante… para que no mueras'”. Aba Janin dice: “Porque no tenían esposas, y está registrado (en Vayikrá 16:6), ‘y hará expiación por sí mismo y por su casa’.” R. Leví dice: “Tenían mucha arrogancia y decían: ‘¿Qué mujer es digna de nosotros? Muchas mujeres permanecían solteras y los esperaban. Pero ellos decían: ‘El hermano de nuestro padre es rey, nuestro padre es sumo sacerdote, el hermano de nuestra madre es príncipe, [y] nosotros somos sumos sacerdotes adjuntos. ¿Qué mujer es digna de nosotros?” R. Menahama [dijo] en nombre de R. Josué bar Janina: “[Es] acerca de ellos [que] dice (en Tehilim. 78:63): ‘El fuego devoró a sus jóvenes, y sus doncellas no tuvieron canto nupcial’. ¿Por qué el fuego devoró a sus jóvenes? A causa de sus doncellas, que no tenían canto nupcial”. Y, además, [su arrogancia puede inferirse] de esto (es decir, de Shemot 24:1), “Entonces dijo a Moshé: ‘Sube al Señor, tú y Aarón, Nadav y Avihú'”. 

Esto enseña que Moshé y Aarón caminaron primero, mientras que Nadav y Avihú fueron detrás de ellos; pero aun así decían: “¿Cuándo morirán estos dos ancianos, y asumiremos la autoridad sobre la comunidad en su lugar? “Véase más adelante, Vayikrá 6:13. R. Judán dijo en nombre de R. Ayevu: “Se lo dijeron con la boca, lo dijeron delante de [Moshé y Aarón]”. R. Pinjas dijo: “Lo meditaron en sus corazones”. R. Berejía dijo: “El Santo, bendito sea, les dijo (en Mishlé 27:1): ‘No os jactéis del mañana, pues no sabéis lo que nacerá hoy’; muchos potros han muerto, y sus pieles se han convertido en coberturas para las espaldas de sus madres.” Y además [su transgresión puede inferirse] de esto (es decir, de Shemot 24:11): “Pero Él (es decir, el Santo, bendito sea Él) aún no levantó Su mano contra los nobles de los Hijos de Israel”. De aquí [se deduce] que merecían que se levantara la mano [contra ellos]. 

R. Hoshaya dijo: subió con ellos al Sinaí, ya que dice (ibid., cont.), ‘contemplaron a Dios, [y comieron y bebieron]’ Se trata simplemente de que deleitaron sus ojos con la Presencia Divina. [Por lo tanto eran] como alguien que contempla a su colega en medio de comer y beber”. R. Yojanán dijo: “[Había] realmente comer [y beber], ya que está escrito (en Mishlé 16:15): ‘A la luz del rostro del rey hay vida; Su favor es como una nube de lluvia en primavera’.” R. Tanjuma dijo: “[Shemot 24:11] enseña que se envalentonaron en sus corazones y se mantuvieron en pie, [mientras] deleitaban sus ojos con la Presencia Divina.” R. Josué de Sijnin dijo en nombre de R. Leví: “Moshé no deleitó sus ojos en la Presencia Divina, como se declara (en Shemot 3:6), ‘Moshé escondió su rostro…’. En recompensa por (Shemot 3:6, cont.) ‘y temió,’ mereció (Shemot 34:30), ‘y temieron acercarse a él’; en recompensa por (Shemot 3:6, cont.) ‘de mirar,’ mereció (Bemidbar 12:8) ‘y miró [a] la imagen del Señor’; en recompensa por ‘Moshé escondió su rostro,’ mereció (Shemot 34:30), ‘y he aquí que la piel de su rostro resplandeció.’ Pero Nadav y Avihú deleitaron sus ojos en la Presencia Divina, pero no se beneficiaron de la Presencia Divina”. Y, además, [la audacia de los hijos de Aarón puede inferirse] de esto (es decir, de Bemidbar 3:4): “Pero Nadav y Avihú murieron ante el Señor […]”. R. Yojanán, dijo: “¿Fue ante el Señor que murieron? [El versículo] simplemente enseña que es penoso para el Omnipresente cuando los hijos de personas justas fallecen durante la vida de sus [padres].” 

R. Najman preguntó delante de R. Pinjas bar Hama berabi Shimon: “Aquí (Bemidbar 3:40), ‘ante el Señor’ [ocurre] dos veces. Pero más adelante (I Crónicas 24:2), ‘en presencia de su padre’ [ocurre sólo] una vez”. Es simplemente que enseña que fue dos veces más penoso para el Santo, bendito sea, que para su padre. (Bemidbar 4:3:) “En el desierto del Sinaí”. R. Meir dijo: “¿Murieron en el desierto del Sinaí? Es simplemente que desde el monte Sinaí recibieron su sentencia de muerte. Su muerte tuvo lugar realmente en la Tienda del Encuentro. [La situación es comparable] a un rey que estaba casando a su hija, cuando se encontró algo obsceno en su agente nupcial. El rey dijo: ‘Si lo mato ahora, impediré la alegría de mi hija. Mañana llegará mi alegría, y lo mataré. Es mejor [matarlo] durante mi propia celebración gozosa, y no durante la celebración gozosa de mi hija’. 

Del mismo modo, el Santo, bendito sea, dijo: ‘Si mato a Nadav y Avihú ahora, impediré la alegre celebración de la Torá. Mañana vendrá Mi propia celebración gozosa. Es mejor [matarlos] durante Mi propia celebración gozosa, y no durante la celebración gozosa de la Torá’. Esto es lo que está escrito (en Shir Hashirim 3:11), ‘en el día de su boda’, es decir, el día de la entrega de la Torá; ‘en el día de su corazón alegre’, es decir, en la tienda de reunión.” Vayikrá Rabá 20:9 Rabí Manai de Sheav, Rabí Yehoshúa de Sijnin y Rabí Yojanán dijeron en nombre de Rabí Levi: Los hijos de Aarón murieron a causa de cuatro cosas, pues sobre cada uno de ellos está escrita la muerte: (1) que habían bebido vino–en relación con la muerte está escrito, como dice la Escritura: “Vino y cerveza fuerte no bebas…. .para que no muráis (Vayikrá 10:9)”,(2) Porque les faltaban las vestiduras, y sobre esto está escrita la muerte, como dice la Escritura: “Y estarán sobre Aarón y sus hijos [cuando entren en la Tienda del Encuentro o cuando se acerquen al altar para oficiar en el santuario, para que no incurran en castigo y mueran]”. (Shemot 28:43)”.  ¿Qué les faltaba? 

El manto, en relación con el cual está escrita la muerte, como dice la Escritura: “Aarón lo llevará puesto mientras oficie, [para que se oiga su sonido cuando entre en el santuario ante el Señor y cuando salga — para que no muera]”. (Shemot 28:35)”. (3) Porque entraron [al Santuario] sin lavarse las manos y los pies, para no morir, como dice la Escritura: “se lavarán las manos y los pies, para no morir”. (Shemot 30:21)” Y está escrito:  Cuando entren en la Tienda del Encuentro se lavarán con agua, para no morir (Shemot 30:20), y (4) Debido a su falta de hijos, acerca de lo cual está escrita la muerte. Así está escrito:  “Pero Nadav y Avihú murieron por voluntad del Señor, cuando ofrecieron fuego ajeno delante del Señor en el desierto del Sinaí; y no dejaron hijos. (Bemidbar 3:4)”.  

Aba Janin dice que fue porque no tenían esposas, por eso está escrito: “Aarón ofrecerá su propio toro de sacrificio por el pecado, para expiar por sí mismo y por su familia”. (Vayikrá 16:6). “Su casa”, esto es su esposa. Pesikta De Rav Cahana 26:9 Rabí Manai de Shaav dijo en nombre de Rabí Yehoshúa de Sajín en nombre de Rabí Levi: A causa de 4 cosas murieron los hijos de Aarón, la pena por cualquiera de las cuales la Escritura decreta la muerte: (1) como resultado de entrar intoxicado al Santuario, la Escritura decreta la muerte, como está escrito:  “Tú y tus hijos no consumiréis vino ni sidra cuando entréis en la Tienda del Encuentro, para que no muráis (Vayikrá 10:9)”.  (2) Como resultado de entrar al Santuario sin lavarse las manos y los pies.  

Como está escrito:  “Aarón y sus hijos se lavarán las manos y los pies en [la fuente]. Cuando entren en la Tienda de Reunión se lavarán con agua, no sea que mueran (Shemot 30:19-20), (3) Como resultado de carecer de vestiduras sobre las cuales la Escritura decreta la muerte.  Como está escrito: Aarón y sus hijos los llevarán [calzones de lino] cuando entren en la Tienda de reunión, o cuando se acerquen al altar para oficiar en el santuario, para que no incurran en castigo y mueran (Shemot 28:43). ¿Qué les faltaba? Rabí Leví dijo: Les faltaba la túnica, y por eso la Escritura decreta la muerte. 

Como está escrito: Aarón la llevará puesta mientras oficie para que se oiga su sonido cuando entre en el Santuario ante el Señor y cuando salga, no sea que muera (Shemot 28:35). (4) Como resultado de su incapacidad para tener hijos, sobre lo cual la Escritura decreta la muerte. Como está escrito:  Nadav y Avihú murieron ante el Señor cuando ofrecieron fuego extraño en presencia del Señor en el desierto de Sinaí [leyendo “y” como “porque”] no tenían hijos (Bemidbar 3:4). Aba Janun dijo que era porque no tenían esposas, aunque la Escritura decreta que el Sumo Sacerdote cumplirá con la obligación de expiar por sí mismo y por su casa (Vayikrá 16:6).  “Casa” se refiere a su esposa. 

MURIERON PORQUE SE ATREVIERON A DELEITAR SUS OJOS EN LO DIVINO

Shemot 24:9-11 (9) Entonces subieron Moshé y Aarón, Nadav y Avihú, y setenta ancianos de Israel; (10) y vieron al Dios de Israel: debajo de sus pies había la semejanza de un pavimento de zafiro, semejante al mismo cielo por su pureza. (11) Sin embargo, no levantó la mano contra los jefes de los israelitas; contemplaron a Dios, y comieron y bebieron. Sifra, Shemini, Mejilta De Miluim II 21 En aquel momento la destrucción “salpicó” a Nadav y Avihú. 

Otros dicen: Les sobrevino desde el Sinaí. Vieron que Moshé y Aarón iban primero, que ellos iban tras ellos, y que todo Israel iba tras ellos – con lo cual Nadav dijo a Avihú: Pronto morirán estos dos ancianos y nosotros guiaremos a la congregación – ante lo cual el Santo Bendito Sea dijo: Veremos quién enterrará a quién. Ellos te enterrarán a ti, ¡y ellos dirigirán la congregación! Rashí sobre Shemot 24:10:1 Vieron [una visión del] Dios de Israel. Miraron intencionadamente y con atención y por ello se expusieron a la muerte. Pero Dios no quiso perturbar la alegría [de la recepción] de la Torá y, por lo tanto, esperó para castigar a Nadav y Avihú hasta el día en que se dedicó el Mishcán. En cuanto a los ancianos [esperó] hasta que: “El pueblo estaba como quejoso, etc. y un fuego de Dios ardió entre ellos y consumió בִּקְצֵה del campamento,” [בִּקְצֵה significa] los líderes del campamento. 

¿CONSIDERAMOS SHEMINÍ ATZERET UN DÍA FESTIVO? 

En las Tefilot nos referimos al día como Jag Haatzeret- una fiesta de Asamblea Solemne. Esta es la opinión del Shulján Aruj ( 588-1) Sorprendentemente, el Rema discrepa y señala que nuestra costumbre es omitir el término “Jag” en referencia al octavo día. Simplemente no encontramos ninguna mención de “Jag” en ninguna parte de la Torá en referencia a Sheminí Atzeret. Por el contrario, Sucot se refiere como “Jag” – tres veces. (Devarim 16). 

Esta distinción se repite en Bemidbar 21. Allí se describe Sucot en términos de “celebrar un Jag para Hashem durante siete días”, mientras que para Sheminí Atzeret dice “el octavo día de asamblea solemne”. La costumbre que seguimos hoy es la de la Mishná Berurá, que nos autoriza a mencionar “Jag” en referencia a Sheminí Atzeret. Sin embargo, la pregunta sigue siendo ¿cómo pueden algunos anular cualquier descripción de Jag al hablar de este día único? 

Hay una clara distinción entre Jag (Sucot) y “Atzeret”. Jag describe una peregrinación religiosa, un tiempo de regocijo, un tiempo en el que los judíos se reúnen de todo el mundo para celebrar. Aquí encontramos participación conjunta, banquetes en grupo y desfiles multitudinarios de Simjat Beit Hashoeva. Por el contrario, Atzeret es un día solemne, un día de introspección, de búsqueda interior a nivel personal. En este día nos enfrentamos a profundos dilemas y cuestiones morales. 

Quizá, en este sentido, Sheminí Atzeret sea más que un Jag. En este día nos detenemos para tomar un momento solemne y recordar nuestro pasado, dedicarnos de nuevo al futuro y recargar nuestras baterías espirituales. ¿Qué mejor momento que éste para recordar la alegría y la celebración en el Yerushalayim de antaño, al tiempo que nos comprometemos a volver al Yerushalayim de hoy y a reconstruirlo?

La parashá de esta semana, Shemini, nos ofrece un crudo ejemplo de celebración repentinamente transformada en luto. Una vez terminada la construcción del Tabernáculo y sentadas las bases para los sacrificios ordenados por Dios, los israelitas están listos para ofrecer el primer sacrificio que celebra la inauguración del sacerdocio de Israel. Sin embargo, la celebración se ve trágicamente interrumpida por la muerte de los hijos mayores de Aarón, Nadav y Avihú. Lo que hace que su final sea aún más impactante es que su caída se produce mientras están desempeñando sus funciones sacerdotales. 

¿Cómo debemos entender este fatídico episodio y qué nos enseña este trágico percance? En la porción de la Torá de esta semana, leemos acerca de las acciones ambiguas y misteriosas de Nadav y Avihú, los hijos mayores de Aarón, que en su servicio inaugural en el Tabernáculo ofrecieron un “fuego extraño que no estaba mandado” (Vayikrá 10:1), una ofrenda que resultó en su muerte: “Y salió fuego del Señor y los consumió; así murieron a instancias del Señor” (Vayikrá 10 :2). 

Como hemos desarrollado en esta nota, los comentaristas a lo largo de los siglos han postulado diferentes razones para la muerte de Nadav y Avihú, muchas de ellas desfavorables, incluyendo haber presentado una ofrenda bajo la influencia de bebidas embriagantes, falta de fe, egoísmo y desobediencia a la autoridad. 

Con semejantes advertencias, podría pensarse que nuestros súbditos no eran más que niños modernos. Sin embargo, un comentario especialmente llamativo sobre el comportamiento de Nadav y Avihú resuena en la vida comunitaria judía actual, y puede leerse como una receta para fortalecer la comunidad judía: Rabí Shalom Noaj Berezofsky, el Rebe de Slonim  (1911-2000), en su obra Netivot Shalom (comentario sobre Parashat Shemini, “Inyan Nadav y Avihú”), postula que Nadav y Avihú tenían excelentes intenciones al ofrecer el fuego y el incienso de esa manera en particular. 

Va más allá y dice que tal vez incluso ejecutaron la ofrenda de la manera correcta. Sin embargo, no consultaron a las autoridades legítimas (es decir, a Moshé y Aarón), ni descubrieron si su interpretación de la ley era aceptable. También se equivocaron al no consultarse unos a otros sobre cómo o qué iban a hacer, como indica el versículo: “cada uno tomó su brasero” (10:1). Nadav y Avihú se equivocaron. Y al hacerlo, se desconectaron física y espiritualmente de su comunidad. 

Esa noción de conectividad con la autoridad, con los demás y con la comunidad, explica el Slonimer, es lo que permite la presencia y la protección de Dios. Cuando ese sentido de conexión desaparece, también lo hace la Presencia Divina. De esta interpretación de la narración aprendemos hoy el lugar privilegiado que ocupa la “conexión” en el judaísmo. La conexión adopta muchas formas: es el reconocimiento de un mando y una tradición que nos habla y se mueve a través de nosotros; es el pegamento que nos une como constructores de la comunidad; es el sentimiento de que nuestra participación individual importa; es el impulso que nos impulsa a ocupar nuestro lugar como parte del tejido de la gran narrativa de nuestro pueblo. Si Nadav y Avihú hubieran actuado de la misma manera -acercándose a Dios a través de su talento y sabiduría personales, al tiempo que mantenían su sentido de “conexión” en todas sus manifestaciones- la narración podría haber tomado un giro diferente. 

Para añadir otra sorprendente capa de interpretación, el Sefat Emet (Yehudá Arie Leib Alter, 1847-1905) suaviza las supuestas fechorías de Nadav y Avihú afirmando que ofrecieron su “fuego extraño” con enorme piedad. Sin embargo, aunque sus ofrendas estaban motivadas por un gran sentido de devoción religiosa (deveikut) y entusiasmo (hitlahavut), en última instancia no podían aceptarse como práctica ritual porque no estaban ordenadas (citado en Iturei Torá, vol. 4: Vayikrá, sobre el versículo 10:2). Al adaptar la versión de “lo que podría haber sido” del relato de Nadav y Avihú, nuestras comunidades judías podrían convertirse en lugares aún más inclusivos e inspiradores.

Decidámonos a acercarnos con nuestro talento, pasión y entusiasmo, sintiendo de los efectos positivos sin el “agotamiento”. Al hacerlo, que fortalezcamos nuestro sentido de pertenencia y conexión con nuestras tradiciones y entre nosotros. Y que nuestros vibrantes esfuerzos ayuden a realizar y sostener nuestras comunidades en el futuro. 

La Torá relata las circunstancias un tanto crípticas que rodearon la muerte de estos hermanos. Vayikrá 10:1-2 nos dice: “Y los hijos de Aarón, Nadav y Avihú, tomaron cada uno su brasero, pusieron fuego en él y pusieron incienso; y ofrecieron delante del Señor fuego extraño, que Dios no les había mandado. Y salió fuego del Señor y los consumió: así murieron a instancias del Señor.” ¿Cuál fue el error fatal de los hijos de Aarón? Shimshon Raphael Hirsch escribe: “Eran ciertamente hijos de Aarón, pero no consultaron a su padre acerca de sus ideas; o tal vez porque eran hijos de Aarón pensaron que estaban por encima de todo consejo. Pero no eran más que Nadav y Avihú, miembros individuales de la nación, y no pidieron consejo al líder de la nación; o fue simplemente el valor que daban a sus propias personalidades individuales lo que les hizo creerse autosuficientes” (Hirsch, Comentario sobre la Torá, 252). 

Hirsch refuerza su argumento volviendo a relacionarlo con el texto, que afirma que “cada uno tomó su propia sartén de fuego”. A partir de esta descripción, Hirsch argumenta que se acercan egoístamente a Dios “no con los recipientes apropiados del Santuario, sino con sus propios instrumentos personales, sin un sentido de autorrenuncia y humildad”. Su argumento es convincente. Hirsch pinta un retrato de dos hermanos que actúan por un sentido de derecho. Su padre era Aarón, el sumo sacerdote y hermano de Moshé, y por eso sentían que podían actuar como quisieran. 

En cierto modo, se consideraban por encima de la Torá. Del mismo modo, Vayikrá Rabá 20 sugiere que “no se consultaban unos a otros… cada uno actuaba por su cuenta”. Incluso entre estos dos hermanos, no hubo comunicación antes de dedicarse a sus deberes sagrados de forma inapropiada. De ahí que la Torá nos advierta contra el derecho, el orgullo y el aislamiento. La comunicación es esencial para la santidad, y uno debe verse a sí mismo como parte de la comunidad más amplia

El dolor del liderato es un recordatorio de que el estándar para los líderes es más duro que para los demás. Según la Torá, los líderes no se salen con la suya por su posición. Sacerdotes, profetas, reyes, rabinos, presidentes: sufren consecuencias más duras” (Friedman, Comentario sobre la Torá, 342). Además, las palabras de Moshé sientan escalofriantemente las bases de lo que llevará tanto a él como a su hermano a su fin. “Cuando Moshé [golpee] la roca en Meribá, Dios impondrá una consecuencia espantosa para él y para Aarón, morir sin entrar en la tierra de Israel. Y la razón que Dios dará a Moshé y a Aarón [será]: ‘Porque no confiasteis en Mí, para hacerme Santo ante los ojos de los hijos de Israel’ (Bemidbar 20:12). 

Las propias palabras de Moshé a Aarón aquí vendrán a testificar contra él allí. Y como Aarón calla aquí, Moshé no responde allí” (Friedman, 342). Y así Friedman aporta dos aspectos más a la enseñanza sobre el liderazgo a partir de este episodio: primero, sea justo o no, existe un estándar más alto para los líderes que para las masas; el grado de responsabilidad y culpabilidad es mucho mayor. Y si se equivoca debe tener el aplomo de reconocerlo y enmendar su conducta. 

En segundo lugar, uno debe vivir de acuerdo con su sabiduría. Moshé predica a Aarón que los que están cerca de Dios deben actuar con santidad y santificar el Nombre de Dios, pero al final es su propio defecto lo que le lleva a la perdición. También se pueden aprender lecciones de liderazgo del padre superviviente y de la respuesta de Dios. La reacción de Aarón es profundamente humana y desconcertante. Tras la muerte de los hijos y la sabiduría de Moshé, se nos dice: “Vayidom Aarón” – “Y Aarón guardó silencio” (Vayikrá 10:3). ¿Qué pensar del silencio de Aarón? ¿Es una respuesta a la conmoción por la pérdida de dos hijos? ¿Podría ser su respuesta a Moshé? 

Tal vez Aarón está profundamente perturbado por las enseñanzas de Moshé en este momento y la única respuesta adecuada a su hermano es el silencio. ¿O podría haber algo más en juego? Sea cual sea el razonamiento que se elija, se percibe la profundidad del dolor y la pena de Aarón en el retrato que hace la Torá de este padre afligido. A pesar de ser un líder comunitario en medio de una celebración nacional, Aarón se detiene para ser humano, sirviendo de modelo a su familia y a su pueblo. Cosa que tristemente no sucede con la mayoría de los líderes de hoy. Y, por último, está el papel de Dios, que fácilmente se pasa por alto. Tras este trágico episodio, se nos dice que “el Señor habló a Aarón…”. (Vayikrá 10:8). 

Numerosos comentaristas señalan que es la primera vez que Dios habla a Aarón desde Shemot 4:27, cuando le dijo que se reúna con Moshé en el desierto. Aunque hay un largo período de silencio en la relación de Dios con Aarón, Dios sabe bien que su siervo lo necesita en este momento. Dios rompe el silencio, dándose cuenta de la necesidad de estar presente y, a través de la comunicación, consolar al afligido padre. Pero, en nuestro tiempo, no importa cuánto grita el soberano para ser escuchado, el liderato, tan engreído oye únicamente a su propia murga. 

La guerra que el Hamás inició en Sheminí Atzeret que en Israel se conoce más como Simjat Torá, no tiene mucho que ver con la parashá – no nos engañemos- pero no puedo detener el pensamiento al finalizar este tan largo artículo, sin oír el sonar trágico de conductas del pasado que nos hicieron daño y que no hemos aprendido a cambiar a tiempo. ¡Que ya veamos sanos y salvos a los rehenes! Que los heridos se curen. Que las familias dolientes y todo el pueblo puedan encontrar consuelo. Que regrese la paz a nuestra tierra para que podamos reconstruir los jaguim y redescubrir la capacidad de alegrarnos. 

Shabat shalom! 

Yerahmiel

 

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