Ni es el hombre muerto el que impurifica, ni son las cenizas diluidas en agua las que purifican.
El Midrash nos relata que en cierta oportunidad, un personaje romano pidió a Rabí Iojanán Ben Zakay una explicación del rito de la novilla roja; y éste le respondió estableciendo una comparación con ritos paganos: “Una persona que sufre de melancolía, o que está poseída por un espíritu del mal, puede ser liberada de su enfermedad tomando ciertos medicamentos o por medio de incineración de determinadas hierbas. Asimismo, las cenizas de la vaca roja, diluidas en el agua y preparadas según los preceptos, pueden hacer desaparecer la impureza contraída por el contacto con un cadáver”. El personaje romano quedó satisfecho con la respuesta. Sin embargo los discípulos de Rabí Iojanán le dijeron: “A este hombre lo has empujado (lo quitaste de encima) con una brizna de paja (con un argumento débil, frase que tomó Masanobu Fukuoka para su obra magna), pero a nosotros ¿qué nos vas a responder?” El maestro les dijo: “¡Por vuestra vida! Ni es el hombre muerto el que impurifica, ni son las cenizas diluidas en agua las que purifican; sino, la ley correspondiente a la vaca roja es un Mandato divino que nos dice: Una ley he legislado, y un decreto he decretado, y no tienes derecho a infringir mi decreto”. (Yalkut Shimoni, Parashat Jukat).
Quizás este relato inspirara a Rashí, que en su comentario sobre las primeras palabras de esta instrucción, da testimonio del hecho de que “las naciones del mundo desafiarían al pueblo judío diciendo: ‘¿Qué es este mandamiento y qué significado tiene?’. El ritual de la novilla roja es llamado por la Torá una juká, que significa “un decreto indiscutible ante Dios, que no tienes derecho a cuestionar”. “Jok” es como algo cuya razón no nos es manifiesta, y que nos deja atónitos como la “vaca roja”, que purificaba a los impuros e impurificaba a los que intervenían en su ritual. La vaca roja es uno de los “jukim” cuya razón no es manifiesta o conocida. Lingüísticamente la palabra “juká” deriva de “jakiká”, algo grabado o dibujado, un símbolo… “Jok” aparece en el sentido de “límite”. (Véase Irmiahu 5:22 y 31:34). Un “jok” nos indica que tenemos que limitar nuestro pensamiento al respecto, y no franquear el límite establecido, dado lo profundo de la concepción de estas mitzvot” (Rabenu Behaye Ben Asher).
Rashí, nos demuestra en su comentario, lo que era vivir como una minoría en una cultura mayoritaria. Comprendió la presión Pará “encajar” en el medio circundante; Vislumbró lo que se siente frente a la intimidación cuando se decide ser diferente; Entendió la presión de explicar y justificarse según los estándares de la mayoría.