Una de las preguntas que nos hacemos cuando leemos la sidrá de la semana es: ¿Cómo es posible que el asno haya conversado, cuando el habla es una facultad otorgada exclusivamente a los seres humanos? ¿Qué significa que la “boca del asno” aparezca en la Mishná Avot 5.6 entre las maravillas creadas al crepúsculo en vísperas del Shabat? El relato sobre el asno es el más desconcertante e imprevisto de la serie de elementos ambiguos de la historia de Balaq y Bilam y como tal merece que encontremos respuestas originales aunque sean turbadoras.

El Prof. Yitzhak Levine de la universidad de Bar Ilán, nos responde que Rambam dedujo de este texto que todas las leyes de la naturaleza fueron creadas por Dios. Del mismo modo, todos los milagros que le sucedieron a nuestros antepasados y que se relatan en la Torá también fueron “creados” junto con el universo y que por lo tanto se consideran leyes de la naturaleza. Pese a que esta es la posición de Rambam con respecto a los milagros en general, tuvo una opinión diferente con respecto al asno parlante de nuestra parashá.

Citaremos algunas de las preguntas de las veinticinco que Abarbanel enumera en esta sidrá, veintiuna de ellas concernientes a Bilam y su asno.

Por ejemplo: Si Dios le dio permiso a Bilam para ir, diciéndole: “Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.” (Bemidbar 22:20), después de que él fuera, ¿cómo puede decir la Escritura: “Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de .A. se puso en el camino por adversario suyo. Iba, él montado sobre su asno, y con él dos criados suyos”? (Bemidbar 22:22).

O, en cuanto a las palabras, “Y viendo el asno al ángel de .A., se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Bilam; y él volvió a azotarlo” (v. 25), ¿cómo podría ser que el asno vio al ángel espiritual del Señor con sus ojos, cuando Bilam, el humano y profeta, no lo veía? ¿Y cómo podría el asno verlo, cuando Rambam dice [en Guía para los Perplejos, capítulo 42.2], que los ángeles solo pueden ser percibidos en una visión profética?

O, si ver al ángel de .A. era un milagro, así como el hablar del asno era un milagro, ¿cuál era el propósito de este milagro? Porque .A. no hace nuevas maravillas, excepto cuando es absolutamente necesario, y no podemos encontrar ningún otro propósito aquí excepto que el ángel le hable a Bilam, y eso podría haberse logrado simplemente hablando con él; ¿Qué necesidad había para que el asno viera al ángel y hablara?

O, en cuanto a la pregunta del ángel a Bilam, “¿Por qué has golpeado el asno?” (v. 32), su respuesta fue clara, ya que se había desviado del camino, apretó el pie de Bilam contra la pared y se acostó debajo de él. Por lo tanto, el ángel debería haberle preguntado por qué había ido a condenar a Israel y no debería haberlo criticado por haberle dado una paliza, ya que eso había sido legítimo.

0, en cuanto al ángel que dice: “El asno me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y al asno y a él dejaría vivo”. (v. 33), debería haber dicho: “Si él no me hubiera rehuido”. Además, cómo matar o salvar su vida depende de desviarse del camino precario; porque si Bilam mereciera morir por hacer el mandado, incluso si el asno sobre el que cabalgaba se desviara del camino que no lo exoneraría. Y si él no merecía morir, ¿por qué el ángel dijo: “tú eres a quien yo debería haber matado”? ¿Qué había hecho para merecer que lo mataran?

O, ¿Cómo fue que los dignatarios moabitas que acompañaban a Bilam, y sus dos siervos, no vieron al ángel? Si el ángel apareciera en forma concreta como un ser humano, como sostienen los místicos, entonces todos deberían haberlo visto; y si el ángel apareció en una visión profética, ¿cómo pudo el asno aprehenderlo?

Y, por último: ¿Por qué el ángel de .A. se propuso interceptar a Bilam en el camino? Después de todo, no le dijo más que lo que .A. había dicho; porque Él había dicho: “Si estos hombres vinieron a invitarte, puedes ir con ellos. Pero todo lo que yo te ordene, eso harás” (v. 20), y el mismo ángel dijo igualmente: “Ve con los hombres”. Pero no debes decir nada excepto lo que te digo “(v. 35). Por lo tanto, la venida del ángel parece haber sido inútil.

Las muchas preguntas de Abarbanel pueden ser respondidas si suponemos que todo el evento descrito aquí no fue más que un sueño, que Bilam soñó la noche en que la segunda delegación de dignatarios de Balaq vino a visitarlo (vv. 15-17).

Notemos que Bilam les respondió de la siguiente manera: “Aunque Balaq me diera su casa llena de plata y oro, no pude hacer nada, grande o pequeño, contrario a la orden del Señor mi Dios. Así que tú también, quédate aquí de la noche a la mañana, y déjame saber qué más me puede decir el Señor “(vv. 18-19). Bilam también le había dicho a la primera delegación: “Pasa la noche aquí” (v. 8), es decir, espera y veremos lo que el Señor me instruirá [en un sueño] esta noche. Suponemos que Balaq soñó un sueño dos veces, y la Torá relata solo el segundo en gran detalle. Debe tomarse como el encabezado general que resume los resultados de la conversación de .A. con Bilam: “Esa noche .A. vino a Bilam y le dijo: ‘Si estos hombres han venido a invitarte, puedes ir con ellos. Pero todo lo que yo te ordene, eso harás”. A este encabezado general le siguen los contenidos específicos del sueño, tal como apareció en la conciencia de Bilam. Los contenidos de un sueño profético generalmente están revestidos de los acontecimientos del sueño, que a veces son simbólicos. En su mayoría, estos eventos están relacionados con la vida y la imaginación del soñador y, por lo que podemos entender la esencia de la profecía, son aparentemente una mezcla del mensaje profético puro con los pensamientos e imágenes del soñador. En los versículos 21 al 35 se nos relata con gran detalle todo lo que sucedió en el sueño, después de que la esencia principal del mensaje se transmitió en el encabezado general del versículos 20. El asno hablando, los desacuerdos entre Bilam y su asno, las tundas que Bilam le dio su asno, las deliberaciones entre Bilam y el ángel, y finalmente la sustancia del mensaje profético –todos estos fueron los detalles que formaron el sueño. ¿Dónde estaban los dos siervos de Bilam durante estas discusiones? ¿Dónde estaban los funcionarios y dignatarios de Balaq? ¡No en el sueño! Sólo por la mañana, cuando Bilam se despertó y se puso en camino, estaban con él. Del mismo modo, en cuanto a la postura contradictoria, por así decirlo, del Todopoderoso (que ya preguntamos), solo si uno no presta mucha atención a la estructura de esta descripción, parece que .A., después de darle permiso a Bilam para ir, estaba enojado con él de nuevo, y luego al final Él cambió nuevamente de opinión y permitió que Bilam partiera. Pero esto solo parece así si uno no distingue el encabezado general (v. 20) de los detalles del sueño que sigue. La inadecuación de algunos de los comentarios del ángel también proviene del hecho de que Bilam estaba soñando. ¿Por qué el contenido detallado del segundo sueño nos es transmitido, y no el primero? 

La Torá no transmite detalles innecesarios o sueños que no enseñan un mensaje específico. Solo este sueño de Bilam transmitió lecciones especiales, como se menciona en varios comentarios y homilías. La teoría de que se trataba de un sueño detallado se basa en el análisis de la atmósfera de los sueños a partir de la cual surgieron todas las preguntas desconcertantes planteadas. Tengamos en cuenta que hay, en nuestra opinión, muchos otros pasajes de las Escrituras que son esencialmente los contenidos de los sueños, aunque la palabra “sueño” no se menciona explícitamente. La suposición de que la historia de Bilam y su asno se experimentó en un sueño, una profecía soñar con el de Bilam, está en consonancia con la visión de Rambam sobre este evento como se expone en Guía para los Perplejos, especialmente en la Parte III, cap. 52.

La opinión de Rambam se deriva de su suposición consistente de que la profecía y todas las visiones de ángeles y cosas similares que nos cuentan las Escrituras fueron experimentadas en un sueño y no fueron cosas que ocurrieron realmente en las horas externas de la realidad, excepto por la profecía de Moshé Este argumento se basa, ante todo, en un análisis de lo que se dice en Bemidbar, capítulo 12, y en su análisis filosófico de la esencia de la profecía y la definición del concepto de ángel.

 Shabat Shalom!

 


 


25

Iniciamos las oraciones matutinas con Ma Tovu, cuyo primer versículo aparece en esta parashá en boca del profeta Bilam, por una razón muy importante.

Bilam describe la paz que vio en el campamento israelita del desierto: ríos, tiendas de campaña, jardines y huertos. Pero a sus ojos esa tranquilidad cambia repentinamente por un torrente gigante que anuncia guerras que no cesan. “¡Cuán bien parecidas son tus tiendas, Jacob!, ¡Qué bello es tu campamento, Israel! Como valles torrenciales se han extendido por larga distancia, como jardines junto al río. Como áloes que el Eterno ha plantado, como cedros junto a las aguas. Sus cántaros rebosan de agua; y su descendencia está junto a muchas aguas… Se inclinó, se echó como un león, se tiende como una leona: ¿quién se atreverá a molestarlo? Consumirá a las naciones, a sus opresores” 24:5-9.

Sorprendentemente Rashí se aparta del contexto para interpretar los contrastes expresados por el profeta profano y nos dice: “cuando ellos –nosotros-, se despiertan tienen la fuerza del león joven y del león para aferrarse a las mitzvot, envolverse en el talit, leer el Shemá y colocarse los tefilín. Y a la noche, yace en su lecho, después que comió y destruyó a todos los que desean atacarle. ¿Cómo es ello posible? Lee el Shemá en su cama y coloca su alma en manos del Omnipresente, y el santo bendito derrota a sus adversarios”. Como que entre la espada para defenderse de sus agresores y el cumplimiento de los preceptos, se encuentra encerrada la potencia del pueblo de Israel. Los campamentos militares, en los que se conmueven todos los principios de la desvergüenza, se convierten en un espacio de santidad en el que las entradas de las tiendas de campaña apuntan discretas a la zona en la que están cubiertas de los ojos y la curiosidad del otro.

Esos leones suelen atacar y suelen quedarse postrados, y saben cuándo luchar y cuando moderar su fuerza y cómo hacer para no ser seducidos por el instinto asesino.

La posibilidad de esa combinación entre la fe y la fuerza, entre la potencia y la contención, entre la promiscuidad y el recato, no existía para Bilam y sus adictos, de allí su sorpresa y su exaltación.

Ma Tovu matinal es un recordatorio de la necesidad de encontrar justas proporciones en la vida personal y nacional.


Un pueblo que ha de habitar solitario

La lectura de la Torá de esta semana, nos ayuda a considerar los efectos de lo que a veces sucede en nuestra psique. Nos encontramos con Bilam, un profeta “de alquiler”, a quien Balac el rey de Moav, alista para maldecir a los israelitas. Bilam, sin embargo, es incapaz de cumplir con su comisión y relata: “De Aram me trajo Balac, rey de Moav, de los montes del oriente; ven, maldíceme a Yaakov, y ven, execra a Israel. ¿Por qué maldeciré yo a quién Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que .A. no ha execrado? Porque de la cumbre de las peñas lo veré, y desde los collados lo miraré; he aquí un pueblo que ha de habitar solitario y que no ha de ser contado entre las naciones” (Bemidbar 23: 7-9).

Bilam resume la historia del pueblo judío hasta ese momento y en el futuro: “un pueblo que ha de habitar solitario y que no ha de ser contado entre las naciones”.

No pasaron muchos años desde que judíos consideraban que era indeseable ser vistos como judíos y así fueron perdiendo su identidad, incluso la mantenían en secreto, para poder conseguir altos puestos profesionales en universidades, hospitales y empresas que no aceptaban judíos o no les permitían progresar. Se afeitaron las barbas, se quitaron los sombreros, modificaron sus apellidos. Se avergonzaban del estereotipo que habían fijado para los judíos. Y no deseaban heredar ese malestar ni esa indeseabilidad. Ello sucedió no sólo en tiempos de persecución, sino también de malestar discriminatorio real o imaginario. Se sentían estar fuera de sintonía con la mayoría. Pudieron desterrar el desprecio de los demás, pero no consiguieron evitar las miradas despectivas y los comentarios denigrantes. La negatividad de los demás se fue grabando en ellos y se metamorfosearon al grado de hacerles dudar de ellos mismos y llevarlos al auto-odio que en nuestros días sufren intelectuales judíos bien trazados.

Nuestros comentaristas reflexionaron sobre el significado de las frases del profeta gentil. “Habitar apartado” de las otras naciones del mundo ¿es una bendición o una maldición? Rashí toma nota de la ambivalencia de esta bendición siguiendo una tradición midráshica, “Cuando ellos [los israelitas] están alegres, no hay nación que se alegre con ellos”, enseña, citando Devarim 32:12. ¿Cuál es la virtud de la alegría, si no hay nadie con quien compartirla? “Pero cuando las naciones experimentan la prosperidad, ellos comen con alegría junto a cada uno de ellos”, pero entre los pueblos no será contado.

Esta lectura es especialmente clamorosa a la luz de los acontecimientos que se describen al final de Parashat Jukat leída la semana pasada. Allí, los hijos de Israel, en su camino hacia la tierra prometida, solicitan permiso para pasar por los territorios de los pueblos vecinos, en primer lugar el de los edomitas y luego los amorreos. “Déjame pasar por tu tierra. No nos desviaremos por los campos ni por las viñas. Tampoco beberemos agua de los pozos. Iremos por el camino del Rey hasta que hayamos pasado por tu territorio” (Bemidbar 21:22). En ambos casos, la respuesta es un rotundo “No”. Los edomitas y los amorreos obligan a los israelitas a tomar el camino más largo. El camino difícil. Como los otros, no están dispuestos a ayudarles en su momento de necesidad, por lo que los israelitas irán solos. Y, sin embargo, nuestros comentaristas identifican también otra lectura de las palabras punzantes de Bilam, “Hay un pueblo que mora aparte, no contado entre las naciones”. Tal vez, el carácter distintivo y el aislamiento del pueblo judío es un sello distintivo de un pueblo que de acuerdo con Ramban, “pretende estar a la cabeza del mundo”.

¿Nos hemos quedado aparte porque somos las víctimas del desprecio, la persecución y la brutalidad o porque pretendemos ser mejores que todos los demás? De hecho, aquí nos encontramos con una tensión incrustada en nuestra parashá, en la historia de nuestro pueblo, y en la psicología humana. Muy a menudo, es sólo cuando enfrentamos el duro rostro de la oposición y la burla que aprendemos a celebrar nuestra singularidad.

Una manera de entender las interpretaciones de los comentaristas sobre el texto de Bilam es verlo como un intento de “llenar y desbordar” el “vacío abismal” dado por siglos de persecución convirtiéndolo, como sugiere Rashí, en una “celebración”. Imaginemos un futuro en el que “heredaremos el mundo”, ya que esa realidad parece todavía lejana en el presente. En ese momento recuperaremos el orgullo para contrarrestar el desprecio y el amor para contrarrestar el odio. Y serán días de alegría sin par.


 

2 Comments

  • Grace Nehmad, 10 julio, 2019 @ 11:00 pm Reply

    תודה רב שלי! אני חושבת שכמה פעמים אנחנו לא בתוח, חושבים שציכים לדעד את העתיד. אבל רק צכים אמונה ולהתקרוב .A.

  • Grace Nehmad Amkie, 3 julio, 2020 @ 1:38 am Reply

    Amor para contrarrestar el odio y orgullo para el desprecio, rescatar nuestra singularidad. Pero sí hay un tema de querer ser mejores y competir… es un valor occidental muy fuerte y domina y es una lástima. No a los encantos y brujerías! Gracias mi Rav!

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